Bankinter y Unicaja se desmarcan del resto de bancos del IBEX, que registran subidas de hasta doble dígito este año, y entran en terreno negativo. El que dirige María Dolores Dancausa pierde más de 400 millones de capitalización respecto al año pasado y el que preside Manuel Azuaga, otros 100 millones. Los analistas coinciden, fueron las entidades que más se revalorizaron el año pasado y también por eso son las que más corrigen este 2023, sin embargo, hay otros factores que están arrastrando su cotización.

Al malagueño le pesan sus resultados, el impuesto a la banca, la salida de uno de sus principales accionistas del capital del banco y la crisis de gobernanza; El castigo del madrileño en Bolsa, sin embargo, está menos justificado, aunque está “pecando” de ser conservador a la hora de dar el guidance (sobre todo del margen de intereses) y esto despista mucho a los inversores.

Así, Unicaja, que cerró 2022 con un valor en Bolsa de 2.737 millones, ahora a poco menos de tres meses para cerrar el año ya vale 2.600 millones. Aunque en Bankinter la caída es aún mayor, pues su valor en Bolsa ha pasado de 5.634 millones a poco más de 5.200 millones. “A nivel top down, los diferentes titulares sobre una potencial extensión del impuesto bancario no fue bien recibido y penalizó en mayor medida a las entidades domésticas. Adicionalmente, en Unicaja, la colocación de Oceanwood a principios de agosto penalizó más su cotización”, declara Fernando Gil de Santivañes, responsable de análisis del sector bancario de la sociedad de valores de Bestinver.

“Unicaja ha sufrido muchos problemas de gobernanza que han terminado con la salida del consejero delegado y el nombramiento de uno nuevo; además, en sus resultados arrastra el problema inmobiliario de la crisis anterior. También se está viendo más afectado por el impuesto, que perjudica a los menos rentables”, comenta Marisa Mazo, subdirectora de análisis de GVC Gaesco.

En cuanto a Bankinter cree que es un caso “de valoración relativa”. Mazo señala que la entidad tuvo un comportamiento “espectacular” en Bolsa en 2022 y sus resultados de este ejercicio incluso han batido las estimaciones. Sin embargo, el banco “está pecando de conservador a la hora de dar el guidance, sobre todo en margen de intereses, y esto despista mucho a los inversores”.

Además, coincide con Bestinver en que las recientes declaraciones de la ministra de Economía sobre la posibilidad de hacer permanente el impuesto, les ha afectado más que a otros por ser bancos domésticos, es decir, por tener la mayoría de su negocio en España. A lo que se suman las “dudas macroeconómicas” tras un año de subidas de tipos “sin recesión, ni morosidad”.

La caída de Bankinter no está justificada

Juan Abellán, del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), cree que la caída de Bankinter en Bolsa no está justificada. “Ha tenido ataques de algunos fondos bajistas”, recuerda, pero es el banco más rentable del país y entre los que más de Europa y además tiene la morosidad más baja (2,2%) por lo que está preparado “para todo lo que pueda venir” por eso sigue siendo “uno de los valores con más recorrido en banca en los próximos meses”.

“Por el contrario, Unicaja, ha sufrido una fuerte caída de las comisiones netas y es el que menos ha subido el margen”. A su juicio, se debe a que el banco ha hecho “todo lo contrario de lo que debía hacer” con la fusión de Liberbank y ahora “le está pasando factura”. Entiende que ha habido “una falta de liderazgo enorme” donde los dirigentes se han dedicado a pelearse y no a gestionar el negocio.

“Unicaja está todavía discutiendo donde pone sus filiales y eso le ha pasado factura en la cuenta de resultados. No ha salvado el último trimestre”. Sus costes, por ejemplo, solo han caído un 1,7% pese a que casi tiene concluido el ERE, CaixaBank, sin embargo, “lo ha aprovechado más”.

Joaquín Robles, del departamento de análisis de XTB, asegura que “no hay razones de peso que expliquen el comportamiento de Bankinter en Bolsa”, mientras que la caída de Unicaja “se ve más clara”. Principalmente, porque sus resultados han sido menores de lo esperado todo el año, porque en el primer trimestre totalizó todo el impuesto y en el segundo ha perdido a uno de sus principales accionistas, el fondo Oceanwood. La gestión del banco, añade, también “le penaliza”.

Asimismo, el analista recuerda que estas entidades elevaron sus caídas cuando en marzo quebraron varias entidades en Estados Unidos y Suiza. “La banca mediana siempre sale más perjudicada en estos casos porque los inversores optan más por invertir en bancos grandes”, de hecho, se ve una “descorrelación enorme” con BBVA o el Santander, que en el año suben un 30% y un 23%.

De cara a final de año, el recorrido de la banca en Bolsa será limitado, su comportamiento estará ligado a las perspectivas de crecimiento económico y a la demanda de crédito, concluye.