El Gobierno está investigando 155 empresas de toda Cataluña para comprobar si realizan prácticas fraudulentas de cara al Black Friday. Venden ropa y complementos, artículos del hogar y electrónica de consumo y se trata del doble de empresas de las que vigilaba el año pasado. De ellas, 55 son físicas que también venden en línea y 100 son solo en internet. La cantidad de productos que está vigilando el departamento de Empresa i Treball llega a los 10.000, un 300% más que el año pasado. 

La normativa "fundamental" es que en las ofertas no solo esté el precio actual rebajado, sino también el original, y se comprueba si ha habido subidas en los últimos días o semanas, ha dicho el director de la Agencia Catalana del Consumo Isidor Garcia. Las sanciones, ha recordado Garcia, pueden llegar a los 100.000 euros por incumplir los códigos y hasta 20.000 en el caso de las sanciones de Comercio. 

El estudio comparativo de precios entre el producto en la web ofertado y otras plataformas, así como poder comprobar los precios originales sirve para detectar falsas rebajas. Y el director ha invitado a hacerlas recordando que el consumidor "tiene derecho a devolver el producto durante los 14 días siguientes de manera gratuita". 

El año pasado, el departamento de Empresa abrió 45 expedientes sancionadores por haber incumplido la normativa y la Dirección de Comercio puso multas a 21 negocios con multas de hasta 175.560 euros. La Agencia Catalana de Consumo ha puesto 17 informes sancionadores que se están tramitando. Las empresas que persistan en su infracción tendrán un agravante en la sanción. 

Más allá de las inspecciones y sanciones, la Agencia Catalana ha puesto en marcha una campaña divulgativa protagonizada por la creadora de contenido Queralt Vidal Sala. La influencer catalana recomienda, en primer lugar, hacer inventario de lo que tienes y de lo que te hace falta. En segundo lugar, invita a preguntarse si la ilusión que causa un artículo es por el descuento y comprobar si el precio está realmente rebajado. Y, finalmente, aconseja hacerse un presupuesto con un tope de gasto para no perder la cabeza.