El Banco de España (BdE) calcula que un máximo de 549.000 hogares podrían acogerse al Código de Buenas Prácticas elaborado a finales de 2022 entre el ministerio de Economía y la banca española para ayudar a las familias con hipotecas a tipo variable que se están viendo afectadas por la subida del Euríbor. La estimación del supervisor es casi la mitad de la anunciada por Nadia Calviño, la vicepresidenta del Gobierno español, quien anunció que las ayudas para hipotecados vulnerables alcanzarían a más de un millón de familias.  

A la espera de conocer cuántos hogares han solicitado las ayudas en los primeros cuatro meses del año, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos ya ha hecho sus propias estimaciones sobre cuántas personas podrían verse beneficiadas en su último Informe de Estabilidad Financiera, presentado este miércoles. Aquí detalla que habrá 200.000 hipotecados que podrán acogerse al Código de Buenas Prácticas reestructurado, es decir, el de 2012, que ha sido modificado. Y otros 549.000 que podrían solicitar el nuevo. 

Pero estas dos cifras no se pueden sumar, aclaraba el director general de Estabilidad Financiera, Ángel Estrada, porque hay personas que se podrían acoger a los dos indistintamente y otras solo a uno de ellos. Para hacer esta estimación, el Banco de España ha calculado distintas subidas de tipos de interés y el aumento que supone en la carga financiera de los hogares. 

La situación de inicio es que del total de hogares endeudados en España, el 10,4% son vulnerables porque su deuda excede el 40% de su renta, en números se traduciría en 1,12 millones de familias. Si se añade los efectos de una subida de tipos de interés de 400 puntos básicos, se elevaría en un 3,5% la proporción de hogares vulnerables, hasta el 13,9% del total de hogares endeudados, lo que se traduce en 375.000 hogares más.

Esto haría que el número final de hogares vulnerables excediera los 1,5 millones, pero con el Código reformado, los hogares elegibles, que puede identificar el BdE serían solo 200.000 para una subida de 400 pb y 549.000 para el Código transitorio, insistía. El supervisor no tiene todavía datos sobre cómo está siendo la adopción de estas ayudas, esperan tenerlas en junio, un mes donde las asociaciones bancarias AEB y CECA también se han comprometido a reunirse con Nadia Calviño y facilitar cifras, pues se habrán cumplido seis meses de la puesta en marcha del nuevo Código de Buenas Prácticas. 

Ángel Estrada explicaba que el anterior Código (el de 2012) se utilizó de forma intensa en los años posteriores a la crisis financiera, por lo que puede ir incrementándose su uso con el paso del tiempo, si bien, las entidades han asegurado cada vez que se les ha preguntado que de momento su uso está siendo muy residual y que son pocos los hogares que se han acogido.

Aunque de momento su adopción no sea alta, el directivo del BdE valoraba positivamente la medida. "Tiene un coste y un beneficio para los bancos y la sociedad en su conjunto". Ángel Estrada recordaba que los hogares que se acojan ahora verán reducida su cuota hipotecaria a corto plazo, pero tendrán una deuda durante más tiempo. Sin embargo, de no existir este Código, se provocaría que en el futuro hubiera más impagos. En los bancos ocurre lo contrario, añadía, a corto plazo tendrán que hacer más provisiones y reclasificarán las hipotecas, pero esta actuación temprana les puede ayudar a que en el futuro la hipoteca se recupere y no entre en mora.