BBVA sigue teniendo problemas en Turquía, donde la inflación ha vuelto a subir en julio hasta casi el 50% (como ya advirtió el Banco de España) y la lira, su divisa, continúa devaluándose y pierde otro 30% de su valor frente al dólar este año. El banco que preside Carlos Torres reconoce en sus cuentas del primer semestre que la situación “es inestable” y que sus resultados pueden verse “afectados” pese a que ya lo están desde el año pasado, cuando empezó a aplicar la contabilidad por hiperinflación.

En este sentido, BBVA recuerda en su informe financiero que en mayo de 2022 aumentó su participación accionarial en Garanti, su filial turca, del 49,85% al 85,97% tras cerrar una opa por la que pagó más de 1.400 millones de euros. Fue una apuesta arriesgada porque en ese momento la situación de Turquía ya era complicada por la caída de la lira y la fuerte inflación, a lo que se sumó la guerra de Ucrania.

Pero este 2023 se ha producido un nuevo acontecimiento, las elecciones, donde ha vuelto a salir ganador Erdogan a pesar de que sus políticas populistas han alimentado el colapso de la moneda, además de presionar los beneficios de los bancos. Lo más criticado por los analistas, de hecho, es la intensa campaña de desdolarización del gobierno turco, que está presionando a la baja la rentabilidad de las entidades en 2023.

Pese a todo, BBVA cree que “hay incipientes señales de cambios” de la política económica monetaria desde las elecciones generales, pues, por ejemplo, se ha nombrado a una nueva gobernadora del Banco Central de Turquía. De manera que puede haber una “gradual corrección” de las actuales distorsiones macroeconómicas, especialmente de las elevadas necesidades de financiación externa.

Pero también reconoce que la situación “sigue siendo inestable”, caracterizada por una fuerte depreciación de la lira turca, una elevada inflación, un significativo déficit comercial, el agotamiento de las reservas de divisas del banco central, y un elevado coste de la financiación externa. Además, los recientes terremotos de febrero de 2023 “han profundizado las dificultades económicas de Turquía”, añade el banco.

Y junto a las enormes pérdidas humanas, los terremotos y la respuesta del gobierno “han presionado a la inflación, así como a las cuentas externas y fiscales”. Hay que recordar que en el primer trimestre BBVA revisó la clasificación de los créditos de sus clientes en las cinco ciudades más afectadas, lo que le ha llevado a reclasificar como stage 2 (saldos dudosos) unos 472 millones en balance y otros 478 millones de euros fuera de balance, lo que ha tenido un cargo en sus resultados de 58 millones de euros. La entidad ha aprovisionado 56 millones.

“La persistencia de estas condiciones económicas desfavorables en Turquía podrían resultar en un potencial deterioro en el poder adquisitivo y la solvencia de nuestros clientes (tanto particulares como empresas)”, advierte el banco. Asimismo, la entidad recuerda que los tipos de interés bajos establecidos por el banco central turco en medio de una inflación elevada (a pesar de las recientes subidas de los tipos de interés), las políticas que afectan al sector bancario, y una depreciación de la moneda “han afectado y pueden seguir afectando a los resultados del grupo”.

En este sentido, indica también que ciertos factores geopolíticos, tales como la guerra en Ucrania y otros conflictos regionales, y los desarrollos políticos internos, “generan incertidumbre sobre la evolución de la economía y podrían desencadenar escenarios de mayor inestabilidad”.  Por todos estos motivos, BBVA reconoce que “no es posible garantizar que estos u otros factores no tendrán un impacto en Turquía y que no causarán un mayor deterioro de la economía turca, lo que podría tener un efecto material adverso en el sector bancario turco y en la situación financiera y los resultados del Grupo en Turquía”.

BBVA salva el resultado en Turquía

El banco que preside Carlos Torres ha ganado entre enero y junio 525 millones de euros en Turquía, el 13% del total del grupo. El resultado compara muy positivamente con el del primer semestre de 2022, que cayó a 59 millones tras tener que aplicar la contabilidad por hiperinflación.

Este año también recoge en su resultado este impacto, sin embargo, BBVA ha salvado las cuentas en Turquía por la revalorización, desde el punto de vista fiscal, de los bienes inmuebles y otros activos amortizables de Garanti que han generado al banco un abono en el gasto por Impuesto sobre Sociedades de aproximadamente 205 millones de euros, según reconoce en sus cuentas.

Sin este impacto, el resultado hubiera sido de 320 millones aún por debajo de lo que ganó en el mismo semestre durante 2021.