La cotización bursátil de Alphabet, matriz de Google, ha alcanzado este lunes por primera vez los 3 billones de dólares (2.551 billones de euros) aupada por el 'boom' de la inteligencia artificial (IA) y el reciente fallo judicial que evitará que la multinacional tenga que deshacerse de su buscador Chrome.

De esta forma, tanto las acciones de clase A como C de la tecnológica estadounidense han llegado a escalar hasta máximos históricos de más de 252 dólares (214,27 euros) que han propulsado el valor de mercado de Alphabet a niveles solo superados antes por Nvidia, Microsoft y Apple.

Sobre las 18.30 horas peninsular española, los títulos A se movían en los 249,33 dólares (212 euros), un 3,54% más, y los de tipo C en los 249,53 dólares (212,17 euros), un 3,38% más. En lo que va de año, ganan un 30%, según el cálculo de CNBC.

La entrada de Alphabet en el selecto club de las billonarias confirma así el reinado de las tecnológicas, muy por encima de otros sectores que antes tiraban de la economía estadounidense, como pueden ser la banca o las petroleras. La alianza de las tecnológicas con el presidente Trump -que sentó a su vera a todos sus consejeros delegados en su investidura- ha resultado ser fructífera, pues el presidente ha salido en su defensa en los distintos casos abiertos contra ellas en otros mercados, sobre todo el europeo.

De hecho, al conocerse aquel fallo de un juez favorable a Alphabet, Trump entró en el debate, felicitó a la compañía y dijo que aquel era "un muy buen día". El pasado 3 de septiembre un tribunal federal de Estados Unidos determinó que Alphabet no tendría finalmente que vender Chrome en el marco de las medidas contempladas en el caso antimonopolio abierto contra la compañía.

El fallo judicial constató que Alphabet, en efecto, sí mantuvo un monopolio dentro del mercado de búsquedas por internet. Así, prohibió a Google cerrar contratos exclusivos de distribución y exigió que compartiera datos del buscador con sus competidores.

No obstante, no estará obligada a dejar de pagar a Apple o Samsung por preinstalar productos de Google. Tampoco tendrá que desinvertir de activos clave ni quedará excluida del mercado de búsquedas durante cinco años, tal y como reclamaba la Fiscalía.