Adif tendrá que compensar a Ouigo e Iryo si los trenes de alta velocidad de Renfe que circulan desde Madrid hacia el Levante siguen saliendo de Atocha, como ha autorizado este martes Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). En concreto, el organismo que preside Cani Fernández ha decidido que Renfe solo podrá mantener cuatro servicios (dos de ida y dos de vuelta) desde Atocha durante un año, frente a los dos que solicitó.

Cuando se liberalizó el sector ferroviario y se firmaron los acuerdos marco que tendrían las conexiones entre la capital y el Levante (Madrid-Valencia y Madrid-Alicante) en mayo del 2020, Adif estableció que todos los trenes saldrían y llegarían a la estación de Chamartín-Clara Campoamor cuando finalizaran las obras, en enero de 2023. Pero esta decisión ha traído polémica en la Comunidad Valenciana porque los usuarios de los trenes denunciaban que Atocha era más céntrico y preferían salir y llegar a esta estación.

Ante esta situación, Adif propuso a las tres compañías mantener en Atocha parte de los servicios diarios a Levante: dos de ida y vuelta entre Madrid y Valencia, que se prolongarían hasta Castellón, y dos entre Madrid y Alicante, que continuarían hasta Orihuela y Murcia. Solo Renfe aceptó la propuesta, así que el gestor ferroviario solicitó a la CNMC que modificara el acuerdo marco de 2020 como finalmente ha hecho este martes para que en 2023 puedan salir al menos dos trenes de Renfe desde Atocha y no lo haga desde Chamartín como estaba previsto.

Si Renfe acepta esta propuesta, como está previsto, será el único en operar la ruta que une Madrid con el Levante desde esta estación de Atocha y podrá poner los precios que quiera, afectando a la competencia. Para solventar la situación, la CNMC ha decidido entonces que Adif tendrá que compensar a las empresas rivales. Exactamente, tendrá que bonificar los tráficos desde Chamartín de Ouigo e Iryo, que iniciaron sus operaciones entre Madrid y Valencia el 7 de octubre y el 16 de noviembre, respectivamente. E iniciarán hacia mediados de año la ruta entre Madrid-Alicante.

Lo hará mediante los cánones ferroviarios para incentivar su crecimiento, al considerar que la estación de Atocha podría ser más atractiva y detraer viajeros de Chamartín, en un momento en que empieza a haber competencia en el corredor de Levante. La CNMC considera que modificar el acuerdo marco entre Adif y Renfe “es beneficioso para los viajeros porque permite elegir entre las dos principales estaciones de la ciudad y mejorar la competitividad del tren frente al transporte por carretera, muy utilizado para esos trayectos”.

Aun así, antes del 31 de julio requerirá información a Renfe, Iryo y Ouigo para juzgar los efectos de la medida durante los seis primeros meses de su vigencia y aprobar, en su caso, la modificación del acuerdo marco aprobada para un ejercicio más; Ouigo ha valorado positivamente que la CNMC evalúe, con las competencias y los datos del mercado de los que dispone, los efectos de este tipo de decisiones en el mercado de la alta velocidad y que adopte las medidas preventivas para "evitar perjuicios irreparables para el mercado".

Desde Ouigo España también valoran que la CNMC reconozca que hay "riesgos de distorsión del mercado", en el momento en que las empresas alternativas de viajeros están comenzando a operar los servicios a Levante”, tal y como había alegado ya Ouigo ante Adif y ante la CNMC. Finalmente, la empresa considera adecuada la propuesta de la CNMC de condicionar esta decisión a que se conceda una bonificación para los operadores que salgan de Madrid-Chamartín que mejore “la competitividad de los tráficos” desde esta estación, “incentivando su crecimiento”.

La línea Madrid-Valencia crece un 11%

La entrada de nuevos operadores durante 2022 en la línea que une Madrid con Valencia hizo aumentar el tráfico de pasajeros respecto a los niveles prepandemia. Según datos de la CNMC hubo un 11% más de viajeros que en 2019, al igual que en la línea Madrid-Barcelona, donde el crecimiento de pasajeros registrado el año pasado fue aún mayor, del 43%.

La francesa Ouigo, que se estrenó en la línea Madrid-Barcelona en mayo de 2021 y sumó la ruta Madrid-Valencia en octubre, también pondrá rumbo al sur y lo hará este 2023. Según ha anunciado la compañía, su previsión es poder operar el servicio Madrid-Sevilla a finales de este ejercicio.

Mientras que Iryo, la compañía de alta velocidad participada por la valenciana Air Nostrum, Globalvia y Trenitalia, que estrenó su ruta entre Madrid y Barcelona el pasado mes de noviembre y en diciembre, la de Madrid y Valencia. Sumará la de Madrid-Sevilla, que hará parada en Málaga, Antequera y Córdoba, a partir del próximo 31 de marzo. Y el 2 de junio, iniciará operaciones hacia Alicante.