El teletrabajo existe desde 1973, año en el que el ingeniero de la NASA Jack Nilles acuñó el término acompañándolo de una idea: "llevar el trabajo al trabajador" y no al revés. Si bien lleva décadas entre nosotros, no fue hasta la pandemia del coronavirus en 2020 cuando se tomó verdadera conciencia sobre la necesidad de trabajar desde casa y se intensificó el debate sobre impulsar este modelo de empleo frente al presencialismo. Aunque la tendencia parecía decantarse por el crecimiento de empleados a distancia, la burbuja pinchó y se produjo un frenazo, al menos en España. Con motivo del Día Internacional del Teletrabajo este sábado 16 de septiembre, repasamos cómo está la situación en el país.

Si se observa la situación de España, comparada con el resto de los países de la Unión Europea (UE), ocupa la posición decimoséptima del ranking, bastante lejos de los primeros puestos, además de situarse por debajo de la media europea. Según los datos ofrecidos por Eurostat, en el conjunto de la UE hay un 10% de personas teletrabajando de manera habitual, mientras que en España el porcentaje solo llega al 8%.

La distancia con los países más avanzados en este modelo es bastante amplia, siendo Irlanda la que lidera la tabla con una de cada cuatro personas trabajando desde su domicilio habitualmente. Finlandia (23%), Suecia (18%) y Países Bajos (18 %) son los países que siguen en la lista como potencia del teletrabajo. Para los expertos hay un claro componente cultural que marca la división, aunque los modelos productivos de cada país también influyen de manera importante.

"¿Por qué muchas de las empresas no quieren que sus empleados teletrabajen? Hay varios motivos. Uno de ellos es la desconfianza, otro es que España está muy ligada al trabajo productivo. Uno de nuestros principales sectores económicos es el turismo y el ocio y muchas profesiones no pueden aplicarse", explica Pilar Llácer, profesora e investigadora de EAE Business School. 

"Tenemos que tener en cuenta como es nuestro tejido empresarial, que está formado principalmente por pymes donde en muchos puestos no se puede teletrabajar. Más allá de eso, hay muchas profesiones que sí pueden adaptarse, pero hay un estilo de liderazgo y una cultura en las empresas muy presencialista", añade.

Repunte en 2023, pero muy lejos de las cifras de pandemia 

Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el segundo trimestre de 2023, un 7,3% de las personas ocupadas en España desarrolló su actividad profesional desde su domicilio más de la mitad de los días que trabajó. En términos absolutos, son un total de 1.527.800 personas teletrabajando. Una cifra a la que, además, hay que añadir un 6,6% que asegura que teletrabajó de manera ocasional (1.381.200 personas).

En total, 2,9 millones de personas trabajaron desde casa en alguna de estas modalidades durante el último trimestre contabilizado. De los datos se extrae un repunte en lo que va de 2023 respecto a finales del año pasado de hasta 346.300 personas más que se ha adherido en su empresa a un tipo de teletrabajo, bien ocasional o bien de forma habitual. A pesar de este repunte, las cifras todavía están por debajo de las registradas en el pico máximo de la pandemia, cuando el INE empezó a contabilizar los datos.

Así, en el segundo trimestre de 2020, los trabajadores que ejercían su profesión desde casa la mitad de los días superaron ligeramente los 3 millones, prácticamente el doble que en la actualidad. No obstante, las personas que teletrabajan de forma ocasional sí que han aumentado exponencialmente desde la primera fecha registrada hasta la actualidad. De este modo, los 539.000 ocupados en esta modalidad a principios de 2020 se han multiplicado en más de 2,5 veces, hasta las 1.381.200 personas.

Más teletrabajo en personas con formación superior

Teniendo en cuenta el nivel de educación, el 27% de las personas con estudios universitarios trabajan desde casa, según datos del INE. Cifra que va decreciendo cuanto menor es el nivel de estudios hasta llegar a los ocupados cuyos últimos estudios finalizados son la primera etapa de educación secundaria e inferior (2%).

En cuanto a los sectores, un reciente estudio de Infojobs destaca los sectores donde hay más vacantes con opción de teletrabajo. Así, en lo que va de año, la categoría en la que más vacantes ha habido para esta modalidad de empleo es comercial y ventas. Concretamente, se han ofertado 102.729 puestos con posibilidad de trabajo desde el domicilio para esta área.

"Es lógico que así sea, puesto que es también el que más vacantes totales registra, aunque también es cierto que el promedio de vacantes que ofrecen teletrabajo en este sector está muy por encima de la media —34% frente al 18% general— y con una clara tendencia al alza", destaca la plataforma de empleo. 

A estos sectores les siguen los trabajos relacionados con informática y telecomunicaciones, así como atención al cliente. En el caso del entorno IT han sido un total de 74.478 vacantes mientras que en el de atención al cliente han sido 30.086. Destacan también los entornos laborales de educación y formación y administración de empresas, con más de 17.000 vacantes en ambos sectores.

La mentalidad del trabajador está cambiando

Por otro lado, el Estudio de Expectativas Laborales elaborado por Edenred y Seresco aporta una clave: la mentalidad del trabajador está cambiando. Según el análisis, el 92% de los empleados en España demanda un modelo laboral en el que esté presente el teletrabajo, el 38% de las personas apuesta por un modelo híbrido y un 27% prefiere teletrabajar al 100%. “Tras la pandemia, muchas empresas han adoptado los modelos híbridos de teletrabajo con diferentes modalidades, siendo uno de los más populares 3 días de presencialidad y 2 de trabajo en remoto”, destaca Stanislas de Bourgues, CEO de Edenred España.

"Una de las primeras cosas que el empleado se pregunta en los procesos de selección es cuántos días de teletrabajo va a hacer. Esa flexibilidad, más allá del teletrabajo completo, es lo que ha venido para quedarse y los trabajadores lo tienen en cuenta, aunque las empresas no lo entiendan", señala Llácer. En este sentido, apunta a que es una tendencia que se da más entre las generaciones más jóvenes.

En este sentido, según la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares que elabora el INE, el teletrabajo tiene especial relevancia entre los grupos de población que comprenden los 25 y los 44 años. En estos segmentos de población, un 16% de las personas ocupadas trabaja en remoto. Donde no hay diferencia es entre géneros, pues tanto en hombres como en mujeres la cifra alcanza el 14%. 

"La clave es la gestión por objetivos y que sean los empleados los que se organicen el tiempo. Lo que ha demostrado el teletrabajo es que se puede ser mucho más productivo desde casa si se tienen todas las condiciones, pero todavía hay mucho director de recursos humanos y mucho director general que están en contra. Lo que está claro es que viene una generación que sin flexibilidad no va a incorporarse tan fácil a las empresas. Las empresas que no admitan esta nueva fórmula de trabajo, lo que no van a tener en su plantilla es el mejor talento", concluye Llácer.