El puerto de Barcelona recibe los barcos con entre diez y quince días de retraso sobre lo previsto por la crisis en el mar Rojo, que obliga a los buques procedentes de Asia a rodear África para evitar pasar por el estrecho del Mandeb, según ha señalado el presidente del Port, Lluís Salvadó. En el marco de esta crisis, este domingo los rebeldes hutíes chiíes del Yemen atacaron un buque militar estadounidense en el golfo de Adén, en un momento en el que la tensión sigue escalando entre Estados Unidos y las milicias chiíes respaldadas por Irán.

En este marco, Estados Unidos y el Reino Unido han bombardeado posiciones de los hutíes en el Yemen para tratar de disuadir a esta milicia de que prosiga su hostigamiento contra navíos mercantes que atraviesan el mar Rojo, unos ataques iniciados a raíz de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, que ha dejado ya más de 26.000 palestinos muertos. Esta crisis, ha subrayado Salvadó, tiene "un impacto muy importante para el transporte marítimo", si bien afecta "de forma muy significativa a los puertos del Mediterráneo oriental" y en menor medida a los de la vertiente occidental, como es el caso del de Barcelona, donde el impacto "no es relevante". Los buques que, a raíz de esta situación, deben circunnavegar África llegan con "entre diez y quince días de retraso", si bien el momento más complicado se dio alrededor de las fechas navideñas y actualmente ya se está "estabilizando".

Estabilidad en los precios

De hecho, los fletes (precios del transporte marítimo de mercancías), que se habían disparado tras los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra barcos en el mar Rojo, han empezado a bajar en los trayectos que parten de Asia y terminan en el norte de Europa y el Mediterráneo. El coste de los trayectos en sentido contrario, desde el norte de Europa y el Mediterráneo hacia Asia, sigue al alza, pero las subidas son menos intensas. Aunque los ataques de los rebeldes hutíes comenzaron en noviembre, las subidas de los fletes habían sido moderadas hasta finales del año pasado.

Sin embargo, desde principios de este año, las alzas habían ido ganando fuerza, sobre todo tras las represalias de Estados Unidos y el Reino Unido contra las fuerzas hutíes. El coste de un contenedor de 40 pies para transportar mercancía desde China y el este de Asia al norte de Europa ha pasado de 5.492 dólares el 19 de enero a 5.455 dólares este viernes (último dato publicado), lo que supone un descenso del 0,7%, según datos de la plataforma logística global Freightos.

Mayor ha sido la caída en los trayectos desde Asia a los países del Mediterráneo. Los fletes han bajado un 4,8% al pasar de 6.772 dólares a 6.448 en las mismas fechas.

Persisten las subidas en las rutas desde el norte de Europa a Asia (del 8%, hasta 1.262 dólares) y desde el Mediterráneo al continente asiático (del 5,5%, hasta 1.330 dólares). En este sentido, también se aprecia esta moderación en el índice global que elabora Freightos (Global Container Freight Index) y que tiene en cuenta otras rutas, por ejemplo las del Pacífico.