Hacienda se llevará de media en las dos primeras semanas de agosto 0,64847 euros (65 céntimos) por cada litro de gasóleo A que se venda y 0,764058 (76 céntimos) por el de gasolina, según publicó la Comisión Europea del pasado 7 de agosto, último dato disponible de la recaudación fiscal por litro de combustible en cada uno de los países de la Unión Europea. Aunque es pronto para aventurar cuánto combustible se quemará este mes, en agosto del año pasado se compraron en las estaciones de servicio de España 2,44 millones de toneladas o 2.444 millones de litros y, pese a que el consumo en lo que va de año está siendo ligeramente inferior al año pasado, se pueden equiparar al consumo del pasado año, según la estadística de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). Así, si el precio de la gasolina y el diésel se mantuviesen en los términos actuales y el consumo similar a agosto de 2022, Hacienda recaudará en el mes 1.650 millones de euros, de los que 1.218 procederán del diésel y 431 millones de la gasolina.

46 millones de ingresos extra

Sin embargo, el precio de los combustibles no da respiro. Según los cálculos de ON ECONOMIA, el incremento de los combustibles de automoción este verano (desde el 3 de julio) ha permitido a Hacienda recaudar 2 céntimos (0,0199 euros) más por cada litro de diésel comprado y un céntimo y medio (0,0151 euros) por el de gasolina. Ciertamente, la subida puede parecer ínfima, pero muchos pocos hacen un mucho y gracias a la subida recaudatoria derivada del incremento del precio en los surtidores, la Agencia Tributaria recibirá este mes un extra de 46 millones de euros, que podrían ser más si continúa la tendencia alcista de los combustibles. Después de todo, de esos 46 millones de recaudación extra, 26 millones los aportan la subida en lo que va de agosto y los otros 20 las subidas de julio.

Y todo apunta a que los precios seguirán subiendo. El 31 de julio, el Ministerio de Transición Ecológica fijaba el precio medio del litro de gasolina en el conjunto de las estaciones de servicio repartidas por la geografía de España en 1,655 euros, una semana después eran ya 1,672 euros y a 13 de agosto (último dato disponible) estaba ya en 1,685 euros. Es decir, en la primera quincena de agosto el precio de este combustible ha crecido un 2,8%. Mayor incremento, del 4,7%, se ha dado en el gasoil (que supone actualmente el 78,7% del mercado), al pasar de 1,514 euros el 31 de julio, al 1,561 el 7 de agosto y de ahí al 1,586 el 13 de agosto. Y si nos remontamos al inicio de verano, el 3 de julio, el precio medio de la gasolina ha subido un 6,8% y el del diésel un 10,6%.

Subida del petróleo

El rally del coste de los combustibles fósiles de automoción es un efecto directo del aumento del precio del petróleo en las últimas semanas. Desde principios de julio, el barril de Brent ha pasado de 74,65 dólares a 86,23 dólares ayer 14 de agosto, un aumento del 15,5%. No obstante, hay cierto margen de esperanza, pues se ha producido una contención en las subidas: el Brent ha aumentado su precio 1,32 dólares desde el 1 de agosto, con un pico el 9 de agosto de 87,55 dólares, por lo que se podría haber iniciado una lenta bajada.

Dos impuestos distintos

Los combustibles fósiles son, posiblemente, el producto más gravado fiscalmente en el conjunto de la Unión Europea. Erróneamente, se dice que la mitad de lo que se paga por un litro de gasolina o diésel se lo queda el Estado y, podría decirse que de media a lo largo del año podría ser así, pero la tributación varía en función del tipo de combustible -diésel o gasolina- y de la evolución del precio del petróleo. A 7 de agosto, los impuestos pagados por un litro de gasolina alcanzaban el 45,5% del precio abonado en el surtidor y el 41,8% del gasóleo.

Pero esos porcentajes pueden variar en función del precio del petróleo, dada la complejidad de la tributación de los combustibles. Tanto gasolina como diésel están gravados con dos grandes impuestos: el IVA y el impuesto especial de hidrocarburos. El primero es un porcentaje (21%) sobre el precio al que compran las estaciones de servicio el combustible, mientras que el segundo es siempre fijo, sin importar a qué precio adquieren las gasolineras el litro. En concreto, por cada litro de diésel se abona a la Agencia Tributaria 38 céntimos (0,379 euros) y 47 céntimos (0,473 euros) el litro de la gasolina de 95, algo más por la modalidad de 98 octanos. Por tanto, si el precio internacional de los combustibles sube (por un aumento del petróleo) Hacienda recauda más por el IVA, pero mantiene su recaudación por el impuesto especial de hidrocarburos y si baja, cae la recaudación por el IVA, pero se asegura los mismos ingresos por el impuesto especial.

No obstante, el pago del IVA tiene una trampa que vienen denunciando hace tiempo los fiscalistas: el 21% no se aplica directamente sobre el precio al que se compra el combustible, sino que se aplica una vez añadido el impuesto especial. Lo que, según los fiscalistas, supone una doble tributación, pues se está pagando IVA no solamente por el precio del producto, sino también por el impuesto especial. Es decir, que las estaciones de servicio compraron el litro de gasolina el 7 de agosto a 0,91597 euros y deberían, según los fiscalistas, haber pagado por IVA 0,19235 euros. Sin embargo, abonaron a Hacienda 0,2916, ya que al coste del combustible (0,91597) se suma el impuesto especial (0,473 euros) elevando la base imponible a 1,38897 euros, sobre la que se aplica ese 21%, elevando el coste del IVA a 0,29168 euros (casi un céntimo de encarecimiento por litro).

Baja imposición en España

España tiene una de las tributaciones más bajas en el combustible de la UE, en especial en el gasóleo, a pesar de que las autoridades comunitarias llevan años exigiendo a los gobiernos españoles que la eleve. Con datos del 7 de agosto, si los impuestos equivalieron al 45,5% del precio de litro de gasolina en España, en la media de la UE se eleva al 51,7% y el 41,8% en el diésel en España sube en la media comunitaria al 46,6%. En valores absolutos, en España se paga por un litro de gasolina 0,764 euros de impuestos y en la UE 0,931 euros y por el diésel, 0,648 euros por litro, frente a 0,788 en el conjunto de los 27.