La última subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, a principios de mayo, hasta el 3,75% en el caso del Banco Central Europeo, y la aún persistente incertidumbre de los mercados, han convertido a las carteras de fondos monetarios, formadas por activos del mercado monetario con vencimientos a corto plazo, en un valor en alza para el ahorrador medio que busca rentabilidades y liquidez a corto plazo. Este tipo de carteras se caracterizan por su bajo riesgo, especialmente cuando los intereses son positivos como ocurre en estos momentos, y si bien están orientadas al ahorro a corto plazo -entre uno y tres años- en el contexto financiero actual el ahorrador los ve como una opción a más largo tiempo. Además, son transferibles y se benefician del diferimiento fiscal -liquidan los impuestos cuando se retira el capital-.

"Son una clara competencia a los depósitos bancarios tradicionales", comenta Jordi Mercader, consejero delegado del robo advisor inbestMe, una agencia de valores que gestiona carteras de inversión mediante gestión indexada (o pasiva). Esta Fintech, regulada por la CNMV, ha detectado en los últimos meses un crecimiento del cliente/ahorrador de perfil de gran inversor, entre 100.000 euros y 500.000 euros, que buscan una atención personalizada que la mayoría de la banca ya no ofrece. A pesar de ello, el cliente medio es, un hombre de 45 a 55 años con una cuenta promedio de 35.000 euros, y un 30% de la base de clientes son mujeres. La cuenta de valores de inbestMe, que invierte en fondos monetarios, tiene como objetivo replicar los tipos de interés oficiales de los bancos centrales (Banco Central Europeo para el euro y la Reserva Federal para el dólar) que "ofrece un rendimiento anualizado ahora mismo del 2,65% en euros y del 4,55% en dólares, que varía con los movimientos de los tipos de interés de los bancos centrales". "Desde este punto de vista, la subida de tipos nos ha ayudado a crear un servicio complementario que, además, contribuye a completar la visión que siempre hemos tenido en inbestMe, esto es: ayudar a nuestro cliente a planificar toda su vida financiera, empezando desde la creación de un fondo de emergencia hasta la jubilación y todo lo que pueda necesitar en medio", explica Mercader.

En inbestMe ven como los clientes que se interesan ahora mismo por la cartera ahorro lo hacen como alternativa a colocar sus ahorros en los bancos, que sí han subido los tipos que aplican a los préstamos, pero no están remunerando los depósitos de sus clientes. "Nuestros fondos monetarios están dando rentabilidades entre 10 y 11 veces mayor que la media de los depósitos bancarios", según el Banco de España, que a marzo 2023 era del 0,26%. A diferencia de estos, no tiene plazos de permanencia: el cliente puede disponer de su dinero sin penalizaciones siempre que lo necesite, recalca Mercader.

Aunque la supervisión humana sigue estando presente en muchos de sus procesos y áreas, un robo advisor emplea algoritmos desarrollados y enfocados en rentabilizar multitud de carteras de fondos y productos de inversión. Analizan, gestionan y determinan cuál es la mejor opción según el mercado y el perfil de cliente. El sector robo advisor (o gestores automatizados de carteras de inversión) en España es un segmento de la banca con mucho recorrido por delante, asegura el responsable y fundador de inbestMe, la agencia independiente que creó en 2017. Existen otros dos robo advisor independientes que empezaron antes en el mercado español, y también hay algunos bancos que han lanzado sus versiones bancarias. "Lo que tratamos con nuestros clientes, repartidos en 60 países, es aportar un valor diferencial con la personalización y posibilidad de un centenar de combinaciones de carteras, con una visión mucho más amplia de dar un servicio holístico a nuestros clientes para que puedan planificar toda su vida financiera y pioneros y líderes en gestión indexada sostenible". En este sentido, Mercader hace referencia al lanzamiento en 2018 de la primera cartera ISR (Inversión Socialmente Responsable) indexada en España "y, que sepamos, en Europa". "Ahora mismo las carteras ISR indexadas son un servicio que ofrecemos de forma transversal en todas nuestras carteras (tanto Fondos indexados, ETF como Planes de pensiones) con un muy alto filtraje ESG e inversión de impacto y excluyendo industrias controvertidas. El 40% del volumen que gestionamos está en carteras indexadas ISR".

En inbestMe, las rentabilidades anualizadas esperadas de las carteras de inversión oscilan entre el 2,5% hasta el 7,5%. Un perfil de cliente medio tiene una rentabilidad esperada del 4,5%. Estas rentabilidades anualizadas esperadas hay que verlas como un "promedio" de la rentabilidad que obtendremos en el medio o largo plazo. Es decir, "no son constantes y dependen de la evolución de los mercados y la volatilidad de estos en cada momento". Mercader cuenta que, por ejemplo, el año pasado todas las carteras cerraron en negativo, mientras que los años 2020 y 2021 fueron muy positivos y por encima de las rentabilidades esperadas. Al cierre del 2022, "las rentabilidades anualizadas realmente obtenidas oscilaron entre el 0,6% del perfil 1 al 6,4% del perfil 10, con un promedio cercano al 3% un punto porcentual por debajo de lo esperado debido al impacto del 2020 (crisis del covid-19) y del 2022 (mercado bajista)", concreta.

La agencia informa que, según la estadística que publica Inverco, las rentabilidades anualizadas son 4,8 veces superiores a la rentabilidad anualizada ponderada media de los fondos de inversión que, entre 2020 y 2022, fue apenas del 0,6%. (2,9%/0,6%). Dependiendo del año de cierre, "nuestras carteras obtienen rentabilidades anualizadas promedio 3 a 4 puntos porcentuales superiores, y esto es muchísimo, ya que representa de un 35% al 48% más en diez años en promedio", sentencia Mercader.