El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha esgrimido algunas de las líneas de su política económica si llega a la presidencia del Gobierno, durante su intervención a la Reunió del Cercle d'Economia, y ha puesto énfasis en algunos de los aspectos que más preocupan en el auditorio que este miércoles lo escuchaba al Hotel W Barcelona, los empresarios. Lo ha hecho dibujante, por encima, algunas de las líneas fiscales, en concreto, sobre el impuesto de patrimonio que tantas críticas ha recibido por parte del tejido empresarial. Después de provocar una risotada masiva de los asistentes al asegurar que los catalanes son "los más espléndidos" de todos los españoles porque son "los que más impuestos pagan de España" y, por lo tanto, en este sentido, "los más patriotas", el líder popular ha apuntado que bajará este impuesto, siempre que, el nivel de déficit de España se reduzca y permita tomar esta medida. Ha recordado que a su etapa como presidente de la Xunta eliminó este impuesto para el 99% de los gallegos, y ha apostillado que si España tuviera el déficit del 0,4% de Portugal se podría tomar medidas como esta. Acto seguido, ha considerado que, desde un punto de vista fiscal, el impuesto sobre el patrimonio es injusto porque "no se puede pagar siempre por lo mismo cada año". En cualquier caso, ha considerado que ahora mismo este gravamen genera diferencias entre comunidades autónomas y que hay que diseñar una política de patrimonio que evite tensiones territoriales.

También en materia fiscal, el líder popular se ha referido a la presión impositiva que se ha implantado en la banca y las eléctricas, con un impuesto que "estaba claro que ha generado un rechazo generalizado y que, por lo tanto, se ha recurrido". Ya se sabía que eso pasaría, ha mencionado con respecto al impuesto sobre la banca, y ahora "tenemos un impuesto que recaudaremos y que el Estado perderá los recursos y que se tendrá que volver". La propuesta de los populares es que si se quiere solucionar el incremento de las hipotecas se puede crear un fondo con la banca, que se podía consensuar, pero no crear un impuesto que está judicializado. Son decisiones, ha dicho, que se han tomado para captar votos, no para obtener recursos para hacer inversiones y, por lo tanto, ha dejado entrever que eliminaría los impuestos en la banca y las eléctricas, si llega a La Moncloa. Feijóo ha añadido: "La situación económica de España no es para ningún triunfalismo, sino para el realismo, y me parece bono que olvidemos el conformismo e iniciemos una política de reformas".

Feijóo ha apostado, en definitiva, por una política fiscal orientada al empleo, a la captación de inversiones, y para "decir a las empresas que España es el mejor país para invertir". El presidente del PP ha opinado que el Gobierno "está destruyendo empresas" y ha constatado que hay 40.000 autónomos y 87.000 empresas que han desaparecido.

Asimismo, ha puesto énfasis que el primero que intentaría como presidente del Gobierno es ser creíble, "porque es mucho mejor que te critiquen, que no te crean". El líder del PP ha defendido igualmente ajustar el IRPF a las rentas medias y bajas, y se ha referido a los 6.000 millones de euros del superávit eléctrico para prometer que los destinaría a rebajar la deuda del sistema eléctrico y bajar así la cuota que pagan los ciudadanos por eso a sus facturas. Para Feijóo, la reducción legislativa que necesita España es "enorme", ya que prevé que por cada ley que hay que aprobar hay que derogar tres.