El euríbor ha vuelto a subir en marzo, por segundo mes consecutivo, después de que en febrero rompiera una tendencia de tres meses a la baja. La consecuencia de estas subidas es que las expectativas de que se empezaran a abaratar las hipotecas se esfuman y la gran mayoría de las familias que pagan su piso o casa con un crédito variable tendrán que esperar todavía unos meses para ver como baja la cuota mensual.

El índice de referencia de las hipotecas variables ha cerrado el mes de marzo en el 3,72%, según la media provisional a fecha de este jueves, que el Banco de España confirmará dentro de unos días. Esta cifra supone un repunte de unos 50 puntos básicos con respecto a febrero, cuando el euríbor se situó en el 3,671%. En enero, el índice cerró en el 3,609%, la cifra más baja del último año.

Buena parte de las hipotecas que se tengan que revisar con el euríbor de marzo subirán, pero no porque esté más alto que en febrero sino porque es más alto que el de marzo del año pasado. La gran mayoría de hipotecas variables se revisan anualmente, por lo cual, si en ese momento el euríbor es más bajo que un año atrás, se abaratará lo que las familias pagan por la compra de su vivienda, pero si es más alto, se les encarecerá la cuota. Es lo que pasará ahora, aunque la subida será muy pequeña.

El euríbor cerró en marzo de 2023 en el 3,647%, mientras que este mes, lo ha hecho un poco por encima, en el 3,72%. Esta diferencia se traducirá en subidas de entre 5 y 20 euros en la cuota mensual de la hipoteca. La cifra varía en función de muchos factores: la cantidad de dinero pedida, los años del préstamo, el tipo –siempre se aplica un diferencial sobre el euríbor, que es diferente en función del banco y la oferta en concreto– y los años que queden para pagar. Cuanto más altas sean todas estas cifras, más intereses pagaremos y, por lo tanto, más nos afectará una subida del euríbor.

Como ejemplos, con una hipoteca de 150.000 euros a 20 años a euríbor + 1 punto, pasaríamos de pagar 965 euros al mes en 971, mientras que para una de 300.000 euros a 30 años, de 1.551 euros a 1.563 euros al mes. Estos cálculos, no obstante, están hechos con los comparadores online disponibles, que son para nuevos créditos. Pero para hipotecas más avanzadas, o en los últimos años de su vigencia, la diferencia será más pequeña o prácticamente inexistente, ya que en los primeros años de hipoteca se pagan muchos intereses mientras que al final casi toda la cuota es préstamo y hay muchos pocos intereses.

La excepción a la subida de las hipotecas con el euríbor de marzo son las semestrales, es decir, las que se revisan cada seis meses. Son una minoría, pero se beneficiarán, por cuarto mes consecutivo, de una bajada, ya que hace medio año el índice estaba más caro, en concreto en el 4,149%. Las bajadas de la cuota hipotecaria para los que tengan revisión semestral en marzo puede superar los 50 euros, aunque depende de los mismos factores ya expuestos para las hipotecas variables de revisión anual.

Las bajadas de tipos, previstas para junio, abaratarán el euríbor

El cambio de tendencia del euríbor en febrero y marzo está causado por la lentitud del Banco Central Europeo (BCE) con las bajadas de los tipos de interés. El índice hipotecario es una media del precio al cual los bancos de la zona euro se prestan dinero entre ellos, y está directamente vinculado a los tipos de interés: siempre se mantiene aproximado y, si se espera que el BCE suba tipos, sube, y viceversa.

El BCE, como el resto de principales bancos centrales mundiales, empezó a elevar los tipos, que estaban al 0 desde 2016, en 2022, por la grave inflación provocada por el encarecimiento de la energía y la invasión rusa de Ucrania. En septiembre del año pasado, el organismo que preside Christine Lagarde encareció los tipos, hasta el 4,5%, pero desde entonces, el mensaje siempre ha sido que era la última subida y que este año empezarían las bajadas. Eso abarató el euríbor, pero el hecho de que las bajadas de tipo no acaben de llegar, lo ha hecho repuntar en febrero y marzo. Ahora el BCE habla de junio para abaratarlos y se especula con hasta 4 bajadas este 2024. Entonces se prevé que el euríbor caiga más y, con él, también las hipotecas.