La fuerte rebaja del coste internacional de los hidrocarburos (petróleo y gas) ha permitido que los españoles se ahorren en el primer cuatrimestre de este año 3.800 millones de euros, un 15,3% respecto al mismo periodo de 2022. En total, la importación de estos productos energéticos ha supuesto entre enero y abril una factura de 21.129 millones de euros, frente a los 24.953 millones pagados en el mismo periodo de 2022. Un ahorro que ha permitido, no obstante, comprar prácticamente las mismas toneladas (t), en concreto 35,2 millones, un 0,9% menos respecto a las 35,5 millones de toneladas del mismo periodo del pasado año, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio y de la Agencia Tributaria.

Sin embargo, a pesar del descenso, España sigue pagando el petróleo y el gas a precios desorbitados si se compara con 2021, cuando la factura se redujo a la mitad (10.427 millones de euros frente a los 21.129 millones de este 2023), aunque entonces se adquirieron 5 millones de toneladas menos (30 millones). Pero también muy por debajo de 2019, antes del covid, cuando se desembolsaron 13.492 millones de euros por las mismas toneladas (35 millones) que este año.

La comparación del coste que supone para España la importación de hidrocarburos se visualiza mejor a través del precio medio que se ha desembolsado por tonelada. Pues bien, en el primer cuatrimestre de 2023 se ha pagado 600 euros por t; cien menos que los 702 euros del pasado año, lo que explica el descenso de la factura. Sin embargo, los 600 euros de este año prácticamente duplican los 338 euros de 2021 o los 316 de 2020, años en los que el precio del gas y del petróleo descendieron bruscamente por la caída de la movilidad y la producción industrial con motivo del covid.

Dejando al margen los anómalos años de la pandemia, el mercado de los hidrocarburos está lejos de haber recuperado la normalidad tras el impacto que supuso el fuerte incremento de la demanda del gas a partir del verano de 2021 debido a la recuperación industrial y el posterior efecto de la invasión de Ucrania, a partir de marzo de 2022, que disparó el precio del petróleo y del gas a cotas desconocidas en décadas. Queda, pues, mucho camino por desandar para volver a los 385,4 euros por la tonelada de hidrocarburo de 2019 o los 370,6 euros de 2018.

El gas, más inflacionista

Diferenciando por tipo de hidrocarburo, queda patente que el gas tiene más responsabilidad en el abultado crecimiento de los precios de los últimos años, aunque también ha contribuido con mayor fuerza que el petróleo en la reducción de la factura energética pagada por España en lo que va de año. Entre enero y abril, las empresas españolas han importado el gas a un coste de 682,1 euros la tonelada (gas natural y los derivados del petróleo), según la Secretaría de Estado de Comercio. Lo que implica una rebaja de 150,3 euros respecto al precio del primer cuatrimestre del año pasado. En cambio, la tonelada de petróleo se ha pagado este año a 572,2 euros, frente a los 653,5 del año pasado, lo que supone una rebaja de 81,3 euros, la mitad que en el gas.

Pero si el análisis se remonta más atrás, el gas ha tenido un comportamiento mucho más inflacionista que el petróleo si se tiene en cuenta que se pagaba a 270,7 euros la tonelada en 2018 y a 316,6 euros en 2019. El Covid provocó una caída de los precios a 266,7 euros en 2020 con un techo de 230,4 euros en 2021. Un precio que se multiplicó por tres hasta los 832,4 millones de euros la tonelada en 2022.

El petróleo, aunque ha mantenido una línea ascendente similar al gas, ha tenido menores oscilaciones: España lo importó a una media de 399,7 euros la tonelada en el primer cuatrimestre de 2018; a 406,1 euros en el mismo periodo de 2019; cayó a 333,4 euros en 2020, con un buen número de países en cuarentena, y volvió a descender a 230,4 euros en los cuatro primeros meses de 2021. A partir de verano de ese año se inició una escalada al alza que se agudizó con la guerra en 2022, lo que llevó a 653,5 euros la tonelada en el primer cuatrimestre de 2022 para descender a 572,2 euros en lo que va de año.

Compras a Rusia

Respecto a los países suministradores, Estados Unidos repite como el primer proveedor de España con 3.205 millones de euros en el primer cuatrimestre de 2023, de los que 1.391 millones se destinaron a petróleo crudo y 1.773 millones a gas. Su posición en combustibles (diésel o gasolina) es ínfima, con 41 millones de euros en el primer cuatrimestre. Los datos contrastan con los 5.769 millones de euros desembolsados por España al gigante norteamericano en el mismo periodo de 2022, de los que 1.664 millones fueron para adquirir petróleo, otros 4.046 para gas —cuando el precio estaba disparado— y 57 millones para combustibles. Sin embargo, la factura de 2021, con los precios muy bajos, fue de 755 millones de euros.

De Rusia se ha reducido la adquisición de diésel, aunque ha aumentado la factura en gas. Entre enero y abril se ha comprado gas por 1.023 millones de euros y 97 millones en combustible, especialmente diésel. El petróleo ha sido cero. Son 600 millones menos que en el mismo periodo del pasado año, prácticamente antes de la invasión, cuando se compró a Rusia hidrocarburos por valor de 1.632 millones de euros, en su mayoría diésel, 577 millones de euros, otros 384 millones en petróleo (se dejó de adquirir en abril, tras la invasión) y 699 millones en gas. No obstante, la factura abonada en 2023 es similar a la de 2021, a pesar de la fuerte diferencia de precios, lo que denota que se ha reducido el número de toneladas.