La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya presentó en septiembre del 2022, un paquete de medidas fiscales que permiten avanzar hacia un sistema tributario "más justo al contemplar una contribución mayor de los grandes patrimonios y las grandes empresas, mientras se recogen bajadas fiscales quirúrgicas en favor de las rentas bajas, de los autónomos y de las pymes".

Si entramos en el detalle de las personas que menos impuestos deben pagar, hay beneficios que ya se han aplicado en el ejercicio del 2023, pero que acaban afectando a un segmento de población que tiene que reunir unos requisitos muy mínimos de ingresos.

Para los asalariados

De esta manera, actualmente se ha ampliado la reducción actual por rendimientos del trabajo. Este beneficio fiscal se aplica a rentas brutas de hasta 18.000 euros y el Gobierno ha ampliado y elevado la reducción hasta alcanzar contribuyentes con un salario bruto del trabajo de 21.000 euros. En paralelo, la reducción por rendimientos del trabajo opera sobre sueldos brutos de entre 15.000 y 21.000 euros, cifra que equivale al salario medio de España. Es decir, esta medida supone aplicar una rebaja para el 50% de trabajadores que conseguirán un ahorro de 1.881 millones de euros.

Para entenderlo desde una visión global hay que coger el salario medio actual que se fija en 21.638,69 euros que cobra la mayoría de los españoles al año, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). De aquí se aplican dos impuestos por el asalariado: el IRPF y la Seguridad Social. El más relevante es el IRPF y se basa en aplicar porcentajes menores o mayores: hasta los 12.450 euros al año, se pagará el 19% de IRPF, hasta los 20.200 euros el 24%, hasta los 35.200 euros el 30%, hasta los 60.000 el 37%, hasta 300.000 euros, el 45% y a partir de esta cantidad el porcentaje será del 47%.

Una consecuencia de la ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo es que el mínimo de tributación para un contribuyente soltero y sin hijos sube de 14.000 a 15.000 euros. Eso es relevante y garantiza, por ejemplo, que un trabajador que hoy gana el SMI, fijado en 14.000 euros, no tributará por IRPF con el aumento del salario mínimo de este 2023. También supone que un trabajador que hoy gana 14.500 euros y tributa IRPF deja de pagar el impuesto. En caso de un asalariado con dos hijos que presenta la declaración conjunta, el mínimo de tributación aumenta de 18.000 a 19.000 euros por el incremento de la reducción de los rendimientos del trabajo.

Para los autónomos

Si vamos al apartado de los autónomos, también los del umbral más bajo tienen ventajas, aunque muchos se cuestionan si proporcionales al mínimo que necesitan. La Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2023 ya incluye una rebaja adicional en el IRPF de cinco puntos porcentuales en el rendimiento neto de módulos, cosa que ha permitido que 577.688 autónomos se ahorren 68 millones.

Además, los autónomos que tributan por estimación directa simplificada aplican actualmente una reducción automática del 5% del rendimiento neto con un importe máximo anual de 2.000 euros. Aquí entran el que se conocen como gastos deducibles de difícil justificación. Y también hay que tener en cuenta que, actualmente, está vigente la prórroga de un año más con respecto a los límites de exclusión vigentes en el sistema de módulos. Esta decisión implica que más contribuyentes podrán seguir tributando a través de este sistema, hecho que supone un ahorro de 124 millones.