La cartera hipotecaria de España experimentará una caída del 1,7% este año y no recuperará los niveles vistos en 2022 hasta 2026, según se desprende de un informe elaborado por la consultora EY. En concreto, la firma de servicios profesionales calcula que el saldo vivo de la cartera hipotecaria española finalizará el año descendiendo un 1,7%, hasta 484.000 millones de euros. En los años siguientes volverá a crecer, pero no será hasta dentro de tres años cuando recupere los niveles del año pasado.
Para 2024 se estima una subida del 0,4%, hasta los 486.000 millones, mientras que en 2025 el incremento será del 1,1%, hasta 491.000 millones. En 2026 el saldo vivo se situará en 505.000 millones, un 2,8% más.
"Las condiciones de financiación seguirán endureciéndose"
En un entorno de altos tipos de interés, el informe publicado por EY sostiene que las condiciones de financiación seguirán endureciéndose, lo que impactará en la demanda, y también en la morosidad. No obstante, el bajo rendimiento de los créditos hipotecarios se compensará por el crédito al consumo y por los préstamos a empresas. De esta forma, el crédito total de las entidades financieras cerrará este año en 1,222 billones de euros, un 1,2% menos, aunque en 2024 crecerá un 1,2%, hasta los 1,236 billones, para situarse en 1,276 billones en 2025 (+3,2%) y en 1,317 billones en 2026 (+3,3%).
"Pese a las incertidumbres que nos rodean, podemos ser optimistas de cara a los próximos años, con un ciclo de subida de tipos que está llegando a su fin y una inflación cada vez más controlada. Además, estamos convencidos de que el despliegue de los fondos NGEU impulsarán significativamente la inversión y dinamizarán la actividad de financiación de las entidades de crédito", ha subrayado el socio responsable de Servicios Financieros de EY España, Pedro Pérez.
Aumento de la morosidad
Pese al incremento en los préstamos, EY considera que se producirá un aumento en la morosidad. Así, la ratio de préstamos fallidos escalará este año siete décimas, hasta el 4,2%, mientras que el año que viene avanzará hasta el 5,8%. "Todo esto debe verse como una oportunidad para los bancos españoles de mejorar sus estrategias de gestión de riesgos y atención a los clientes, de modo que puedan continuar la senda de fortalecimiento del sector bancario iniciada tras la crisis financiera de 2007", ha apostillado Pérez.
Por lo que respecta al conjunto de la eurozona, informe elaborado por EY prevé una ralentización en el crecimiento de los créditos, pasando del 5% en 2022, la cifra más alta en 14 años, a incrementos más modestos del 2,1% en 2023 y del 1,7% en 2024. Esta desaceleración se debe a la caída de la demanda de crédito en toda la región.
La demanda de hipotecas, que representan una parte significativa del total de préstamos en el área del euro, se desacelerará al 1,4% de crecimiento en 2023, la tasa más baja desde 2014 y muy por debajo del crecimiento del 4,9% del año pasado. Sin embargo, se espera un repunte en los años siguientes, alcanzando un crecimiento hipotecario del 2,5% en 2024, del 3% en 2025 y del 3,5% en 2026.