La bajada del IVA ha tenido un impacto positivo en la reducción de los precios de los alimentos beneficiados -o al menos así se deduce del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicado este miércoles por el INE-, pues de los 18 alimentos subvencionados 12 han reducido sus precios en enero y 6 los han incrementado. No obstante, el conjunto de la alimentación -subvencionada y no subvencionada- ha registrado un incremento del 0,3% en comparación con diciembre y en los últimos doce meses el 15,5%, por lo que queda un largo camino por recorrer. Descendiendo al tipo de alimento, los no elaborados, los que son frescos y por tanto sufren variaciones en función de la disponibilidad en el mercado, han bajado en conjunto un 0,4%, mientras que los elaborados (con precios teóricamente más estables) han subido un 1%. Es, pues, complicado determinar qué parte de la bajada se debe al efecto de la medida del Gobierno y qué a la propia volatilidad de los precios frescos. Lo que sí se puede es descender a la evolución de aquellos alimentos que el Ejecutivo ha subvencionado, rebajándoles el IVA, y el Gobierno ha sacado pecho del resultado: Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha asegurado este miércoles que el dato de inflación del INE demuestra que "están bajando los precios de los alimentos".

Entre los alimentos que se han quedado fuera, se aprecia una mayor tendencia al alza. Así, la carne de vaca sube un 0,6% en el mes, la de cerdo un 0,4% y baja el cordero un 3%, algo normal si se tienen encuenta que es un producto que se encarece en Navidades. Pero el mayor ascenso se ha producido en el pescado, un 4,7%, aunque es un alimento con precios muy volátiles dependiendo de factores climatológicos o las capturas diarias. Entre los elaborados, menos volátiles, el azucar subió un 1,1% en enero y continúa su carrera meteórica y los yogures que aumentan en el mes un 2,8%. 

Sobre los que se han beneficiado de la ayuda púlbica podríamos considerar que hay 18 grupos (subclases en la nomenclatura del INE) susceptibles de estar bajo el paraguas de la medida aprobada por el Gobierno a finales del pasado año. Se concedió la supresión del IVA superreducido (4%) para el pan, las harinas panificables, las leches -producidas por cualquier especie animal: natural, certificada, pasteurizada, concentrada, desnatada, esterilizada, UHT, evaporada y en polvo-, los quesos, los huevos; las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales que tengan la condición de productos naturales.

Además, se produjo una rebaja de cinco puntos para los aceites de oliva y de girasol y las pastas alimenticias, gravados con el tipo reducido del IVA, un 10%, recortado al 5%. En principio esta mayor rebaja (cinco puntos frente a los cuatro del grupo anterior) se ha trasladado con más fuerza al precio, pues estos tres alimentos están entre los que han registrado una mayor reducción en los precios de enero, según los datos del INE. Así, en cabeza de los descensos se encuentra el aceite de girasol que ha bajado un 6,1% respecto a diciembre, las pastas alimenticias y cuscús reduce el 3,5% y el aceite de oliva, que ha mostrado una mayor resistencia, desciende en el mes un 1,2%. Unas rebajas bienvenidas que, sin embargo, no compensan las fuertes subidas que llevan acumuladas. Así, en los últimos doce meses el aceite de girasol -descontada la bajada de enero- ha incremento su precio un 32,1%, el de oliva un 30,5% y las pastas cerca del 12%.

Fuertes subidas en el año

En los alimentos que han registrado una rebaja en el IVA de cuatro puntos por estar dentro de los productos con el tipo superreducido, el mayor descenso mensual, un 4,2%, se ha producido en las frutas frescas o refrigeradas, aunque se trata de un producto muy volátil pegado a la temporada. Quizá por eso, es el que menos sube en términos interanuales, un 4%, un alza comedida en comparación con el resto de los alimentos subvencionados. Las harinas ocupan el segundo puesto, con una bajada mensual del 2,3%, aunque acumula en doce meses un incremento del 28,1%, según el INE.

Entre las legumbres y hortalizas, las congeladas son las únicas que han bajado sus precios en enero, el 2,4% (aunque en términos anuales suben casi el 20%). Sin embargo, las frescas o refrigeradas están entre los alimentos que se han encarecido en enero, aunque tan solo una décima, que coloca la subida de los últimos doce meses en el 11,5%. Respecto a las legumbre y hortalizas secas o conservadas, el incremento ha sido considerable, el 1,5% respecto a diciembre y un 15,5% sobre enero del pasado año.

Leche y huevos

La leche (entera y desnatada) y los huevos han bajado un 1,5% en enero, aunque siguen siendo de los alimentos que más se han encarecido en el último año, un 33,4% la leche entera y un 32,9% la desnatada, y los huevos llevan en el año una subida del 27,2%. Otros alimentos subvencionados que han bajado en enero son el pan (-0,2% en el mes y una subida del 13,5% en el año); el queso (-0,7% en el mes y un 20,5% en el año) y las patatas (1% de caída en enero y un incremento anual del 18,9%).

Entre los alimentos que han disfrutado de una subvención en el IVA han subido respecto a diciembre el arroz, nada menos que un 3,7% (19,6% en el año), otros productos de panadería -podrían no estar entre los subvencionados, aunque se habrían beneficiado de la reducción de las harinas- que suben en un mes el 1,3% y el 28,2% desde enero de 2022; los cereales de desayuno -podrían no estar incluidos en la medida del Gobierno, aunque si beneficiados por la subvención a los cereales- con un 2% de subida en el mes y un 13,2% en el año y otros productos a base de cereales que elevan el precio un 1% en enero y un 10,3% en doce meses.