La crisis energética originada por la guerra en Ucrania ha arrojado luz a la importancia de las energías renovables, y al rol que pueden desempeñar en las economías del futuro. A raíz del conflicto armado, los precios de las materias primas y los costes energéticos comenzaron a crecer a niveles récord. Durante gran parte de 2022, el mercado energético ha estado tensado debido al toma y daca que ha mantenido Rusia con la Unión Europea, el cual ha llevado a los precios del gas, la luz o el petróleo, entre otros, a cotas nunca vistas.
Con una situación como la vivida, el consumidor es el mayor damnificado. Las facturas de los clientes engordaron abruptamente durante los primeros nueve meses de 2022 debido a los elevados precios de la electricidad y el gas. Pese a que la situación se ha neutralizado gracias a las medidas tomadas por los gobiernos de las naciones, la crisis energética ha valido para ver la problemática generada por la dependencia energética.
Los consumidores han buscado alternativas
Al mismo tiempo, la situación del mercado energético ha obligado a los consumidores a buscar alternativas más baratas a las clásicas calefacciones eléctricas o al gas natural. En esas, los ciudadanos han optado por opciones que, pese a haberse modernizado, no dejan de ser de lo más rudimentarias, como, por ejemplo, las estufas de pellets. La biomasa es una de las alternativas que ha pasado a un primer plano debido a la crisis energética. Las estufas han pasado a ser una opción junto a las clásicas calefacciones eléctricas o al gas natural.
Un ejemplo que esclarece la búsqueda de la ciudadanía de una alternativa energética más barata a las clásicas es que la compra de estufas de pellets ha crecido más de un 44% en España en 2022, según datos de la OCU. Según la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas para Combustibles Sólidos (AEFFECC), la venta de estufas de leña y pellets ha crecido un 30%.
El pellet ha duplicado su precio en un año
Y aunque el alza de precios también ha llegado al mercado de los pellets, esta sigue siendo una de las opciones más rentables del mercado. La guerra en Ucrania también infló el valor de los pellets, que no dejan de ser cilindros de madera comprimidos. Esta fuente de energía ha visto como su precio se duplicaba en 12 meses. Según la OCU, los pellets son un 67% más caros con respecto al otoño de 2021. En la misma línea, el precio de estos cilindros de madera ha crecido un 96% con respecto al otoño de 207, según la misma fuente.
La elevada demanda, unido a la inflación y a la compresión del mercado, ha hecho que el precio de los pellets emerja y se ubique en niveles máximos. Según AVEBIOM (Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa), el precio promedio por un saco de pellets de 15 kilos en 2021 era de unos 4,50 euros. En la actualidad, las grandes superficies venden el saco con idénticas cantidades entre los 7,50 euros y los 9 euros.
¿Cuánto cuesta calentarse con pellets?
Pese a la revalorización, hay usuarios que han optado por instalar una estufa de pellets al considerar que puede ser más rentable que las clásicas calefacciones eléctricas o de gas natural. Un saco de pellets de 15 kilos suele durar entre dos y tres días, dependiendo del tipo de estufa de la que disponga el consumidor.
Atendiendo a esos datos, y con el precio promedio (entre 8 euros y 9 euros) de los sacos de pellets de dichas proporciones, el precio anual por calentarse con una estufa de estos cilindros de madera es ligeramente superior a los 1.000 euros.
Para la OCU, el coste anual por calentar una vivienda de 90 metros cuadrados con una estufa de pellets es de 545 euros. Para el portal Rastreator, el precio mensual aproximado por calentar un hogar con una estufa de pellets es de 75 euros, lo que al año serían unos 900 euros.
Calefacción eléctrica o gas natural, mínimo 1.000 euros anuales
Los pellets, pese a haber experimentado una abrupta revaloración en apenas 12 meses, sigue siendo una de las opciones más baratas para calentar un hogar. Según Rastreator, el coste mensual de una calefacción de gas natural suscrita al mercado libre es de 235 euros. Si el consumidor está sujeto a la tarifa TUR, el precio desciende hasta los 90 euros mensuales. El mismo portal cifra en 200 euros mensuales el coste por calentar un hogar calefacción eléctrica, lo que al año puede oscilar los 2.400 euros.
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios cifra el coste anual por calentar una vivienda de 90 metros cuadrados con calefacción eléctrica en 1.255 euros. A su vez, la OCU estima que calentarse con acumuladores eléctricos puede tener un coste anual de 1.046 euros. Para Rooms Energía, el precio promedio anual de la calefacción eléctrica es de 1.250 euros.
Sea como fuere, y pese a que la calefacción eléctrica o el gas natural siguen siendo las opciones más recurrentes, las estufas de pellets les han comido terreno. Pese a que el proceso de calefacción es más lento, este se ha erigido como una de las alternativas favoritas por los consumidores para calentar sus hogares. La biomasa ha crecido en 2022. La crisis energética les ha abierto la puerta a otras alternativas que, pese a que ya estaban asentadas, no estaban contempladas por los consumidores.