La decisión que ha anunciado la alcaldesa socialista de Gijón ha cabreado al mundo taurino

Torear a Feminista o a Nigeriano ha sido considerado como la última provocación, por mucho que desde el mundo del toreo se pretenda justificar semejante mofa. No solo el maltrato animal, la barbarie como pretendido intento de cultura, sino que se utilice como vehículo para insultar de manera indirecta aquello con lo que se identifica el nacionalismo español, ha sido la última ocurrencia que ha conseguido echar el cierre al lamentable espectáculo en la plaza de toros gijonense. 

Una medida que debería extenderse por todos los territorios donde sigue promoviéndose una salvajada cruel y pretérita como muestra de algo digno.