Confiésalo: tú también lo has hecho más de una vez pero, también, te has preguntado otras tantas si eso que a veces haces cuando estás en la ducha es algo inocuo o tiene algún tipo de contraindicación. Hoy, te lo contamos.

Ducha
 

Beneficios (si es que los hay)

Hay uno muy singular, y tiene que ver con tus pies, tu piel y tus tejidos: si tienes hongos en los pies, sufres psoriasis, tienes algún eczema o notas un picor o dolor intenso, el contacto de tu orina con la piel es beneficioso, ya que hablamos de un fluido estéril que contiene urea. Y la urea, como bien sabes, forma parte de muchas cremas y similares. Además, si no sales de la ducha para hacer aguas menores, ayudas al medio ambiente y a tu economía doméstica porque gastas menos agua. También, si orinas en cuclillas haces ejercicio y, si eres mujer, fortaleces el suelo pélvico, pero eso ya te adelanto yo que seguro no lo haces, porqu acuclillarse en la ducha y levantarse después es, a partir de cierta edad, deporte de riesgo.

Contraindicaciones

Sólo tiene una, y tiene que ver con tus mecanismos de aprendizaje: si te acostumbras a no salir de la ducha para hacer según que´, tu cerebro, que aprende por repetición, asociará ese entorno y los sonidos y sensaciones típicos de la ducha a funciones mingitorias. Por tanto, cada vez que entres a la ducha, tendrás un deseo irrefrenable de evacuar el contenido de tu vejiga. Así que, tu verás. Ah, y por cierto: hablamos de una práctica que, si se hace, se tiene que hacer en la ducha propia. Hacerlo en una ducha pública como la del gimnasio es una indecencia.