Las perspectivas eran malas, pero las últimas lluvias registradas este verano y, también, los riegos de supervivencia, han salvado la producción de fruta de semilla en Catalunya, aunque la sequía lo ha dejado entre un 15 y un 20% por debajo de su producción máxima.

Hace falta una reflexión
Aunque la floración y el cuajado han sido excepcionales y las caídas en flor y fruto escasas, la falta de lluvias durante buena parte del año y el cierre de los dos canales principales de riego provocaron una aclaración masiva en flor y en fruto para minimizar las necesidades de agua de los árboles. Eso ha hecho que la carga de frutos haya sido menor por árbol y que este frutos hayan crecido más. El incremento de los calibres es un factor favorable en la comercialización de los frutos sobre todo en el mercado interior, donde el consumidor los prefiere. Hace falta, pues, una reflexión: ¿es mejor volumen o calidad y apariencia?
Cifras similares
La previsión de cosecha de manzana en Catalunya para el 2023 es así de 266.110 toneladas, similar a la media de los últimos 5 años y un 22% superior a 2022. Girona este año podría recoger el 33% de los kilos de Catalunya, mientras que Lleida concentraría el 66%. La previsión de cosecha de pera se estima que sea similar a la media de los últimos 5 años y un 31% superior a 2022 con 126.000 toneladas. De todos modos, y vista la afectación que la falta de agua ha generado, se impone la optimización de la gestión hídrica mediante sistemas nuevos de riego o estrategias que permitan a la agricultura no depender de las lluvias.