En los próximos seis meses aparecerán en España tres diarios de información general nuevos y dos televisiones. Uno de los diarios es El Periódico de España, que se estrena el 12 de octubre. Es una iniciativa de Ediciones Prensa Ibérica, grupo editor de El Periódico de Catalunya, Sport y 20 diarios regionales más. El director es Fernando Garea, veterano cronista parlamentario que ha pasado por Diario 16, El Mundo, Público, El País, El Confidencial y ha sido presidente de la Agencia Efe. Garea no esconde el objetivo principal del nuevo diario. "Hay otro factor [al margen de la audiencia] que no se mide: la influencia. Todos los diarios que conforman el grupo [Prensa Ibérica] tienen una influencia notable en su ámbito. En nuestro caso [El Periódico de España], no se mide tanto la audiencia —que también— como la influencia", ha dicho en una entrevista a la Asociación de la Prensa de Madrid.

Por contraste, el Grupo Godó, editor de La Vanguardia, ha preferido otra estrategia a la hora de ejercer influencia en Madrid. Más diplomacia que fuerza. Lo demuestra el fichaje de Iván Redondo, el exdirector del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, como miembro del consejo asesor del presidente en Madrid, la embajada —o lobby— del grupo ante el establishment español. Oficialmente es "un grupo de consejeros del presidente para los asuntos de Madrid", según dijo un portavoz de la editora cuando el consejo asesor se constituyó. Redondo también escribirá una columna. Además, el diario ha aumentado el número de periodistas en la delegación de la capital española y, desde hace un tiempo, el peso de la sección de información política del diario recae más en los asuntos "de Madrid".

Vanguardia y Prisa

Prensa Ibérica ha plantado una cabecera en Madrid gracias a la potencia de fuego adquirida al comprar Grupo Zeta y su buque insignia, que da nombre al nuevo diario. El Grupo Godó ya ha probado esa opción en el pasado con la edición madrileña de La Vanguardia, que no triunfó. Los últimos tres años lo ha intentado de nuevo sin que ningún proyecto cuajara. Exploró la adquisición de El Economista. "Era un interés sin concretar, sin papeles en la mesa. A la editora le hacía gracia ver cosas en Madrid", recuerda un ejecutivo que conoce la operación. El año pasado también se interesó por entrar en Prisa y mediar en el conflicto entre accionistas de la editora de El País y la SER. La idea era convertir el 20% de las acciones que tiene desde 2006 en Prisa Radio (1.095 emisoras en España y América) en acciones de la sociedad holding. La operación dejaría el editor barcelonés amodueño de entre el 7% y el 10% de Prisa y, sobre todo, en posición de inclinar la balanza entre los grupos rivales. Antes del verano pasado, sin embargo, el accionista mayoritario de Prisa, Amber Capital, lo resolvió de otra manera, al recurrir a Vivendi, un socio francés amigo. "Entrar en Prisa era más fácil porque, de alguna manera, ya están ahí. El gobierno español lo miraba con buenos ojos y los Godó tenían ganas de hacerlo", dice la misma fuente, para quien La Vanguardia "tiene en Madrid un histórico, una presencia y una redacción más establecidas, además de una vocación más española y menos local".

En mayo de 2018, para cambiar la percepción del grupo en Madrid, los Godó constituyeron el mencionado consejo asesor. Ahora lo componen Enric Juliana, Josep Piqué, Carles Casajuana, Carlos Godó, Javier Godó, Santiago de Torres, Màrius Carol, María Benjumea y Rocío Martínez Sampere. Hasta su muerte, también Jaime Carvajal. Son nombres muy bien conectados con todo el arco de salotti buoni madrileños que va de la derecha al centroizquierda. Son relaciones de caza mayor. A este grupo se ha añadido Iván Redondo, èminence grise de Pedro Sánchez. Todos los miembros de ese consejo comparten una gran capacidad de representación a todos los niveles de los poderes fácticos españoles y catalanes y vínculos magníficos con los dos grandes partidos españoles. Para acercarse al socio del gobierno español, el Grupo Godó ha incorporado a Pablo Iglesias, exlíder de Podemos y exvicepresidente, en la tertulia de RAC1 de los lunes, la estrella de la semana, de la que han echado a Pilar Rahola y a Antonio Baños este mes de septiembre.

Influencia y competencia

Unos y otros intentan ganar influencia para pescar en el océano de dinero que manejarà el poder político y económico en Madrid a cuenta de los fondos europeos Next Generation, el programa de reconstrucción pospandemia. A España se le han asignado 70.000 millones a fondo perdido y 80.000 más en forma de créditos blandos. Los Next Generation motorizarán la renovación económica que, sumada a la oportunidad que ofrece el mal momento de los grupos de comunicación tradicionales, son los incentivos tras la explosión de nuevos medios en Madrid. Todos se sitúan a la derecha del espectro político. Son The Objective, dirigido por Álvaro Nieto, exdirector del digital Vozpópuli, y El Debate, promovido por la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y dirigido por Bieito Rubido, exdirector de ABC. También vienen dos canales audiovisuales multiplataforma: 7NN, de Marcial Cuquerella, un emprendedor cercano a círculos integristas y de la derecha extrema, y La Séptima, promovida por Marcos de Quinto, exvicepresidente de Coca-Cola y exdiputado de Ciudadanos, asociado con el grupo murciano Zambudio —cítricos, y tele autonómica— y otros para hacer lo que describen como "La Sexta de derechas".

A la izquierda también hay una cierta movida, en sentido contrario. Se han tejido alianzas que quizás avanzan futuras fusiones: eldiario.es tiene un acuerdo con infoLibre para compartir recursos en proyectos de investigación, audiovisuales, etcétera. Una idea parecida une a Público con Ctxt, y a La Marea con El Salto Diario.

En este contexto, El Periódico de España juega otra partida, más corporativa y de negocios que ideológica y política. El mercado, sin embargo, es el que es. La competición por los recursos y la audiencia será feroz. Una anécdota ilustrativa de la situación es la oleada de fichajes de periodistas con agenda y fuentes para cubrir la sección de tribunales, tan importante ahora que la política, la economía y la salud y tanta cosa pasa por las salas y despachos del Poder Judicial: once especialistas han cambiado de medio en Madrid entre septiembre y octubre.

Pronóstico poco halagüeño

La crisis de la prensa impresa no ha desanimado a los Moll de publicar una versión en papel del nuevo diario. De hecho, no les supondrá un gran gasto. La editora ya tiene unos costes de producción, impresión y distribución de unos millares de ejemplares de El Periódico de Catalunya fuera de Catalunya. También dispone de plantas de impresión por la península. Sólo hay que cambiar un Periódico por otro en todas o algunas de las rotativas. Tampoco parece que el nuevo diario vaya a hacer mucho daño a los regionales del grupo. Garea ha explicado que serán 40 personas en Madrid, pero que "tenemos detrás unos 1.200 periodistas" de todo el grupo y que "cubrir lo que pasa fuera de la M-30 es el objetivo y el sentido de este diario", que "será fundamentalmente informativo".

El futuro de la versión impresa, sin embargo, no es muy halagüeño. La demanda de este producto va a la baja tanto entre el público como los anunciantes y las cabeceras tradicionales recortan, recortan, recortan. Tres referencias para hacerse una idea de la magnitud de la tragedia. El País, líder histórico en ventas entre los diarios de información general, cerró 2020 con una difusión media de 79.622 copias, un 80% menos que en 2010. Hace 10 años, la prensa suponía el 96% de las ventas de los quioscos. Ahora no llega al 50%, según la Asociación Nacional de Vendedores de Prensa, que calcula que han desaparecido entre un 30% y un 40% de puntos de venta len os dos últimos años. Última: en España, el número de periodistas en paro aumentó un 23% en 2020. Hay cerca de 8.700 periodistas desempleados, según datos de la Asociación de la Prensa de Madrid.