El humorista gráfico Toni Batllori ha muerto esta noche pasada en su domicilio de Teià, en el Maresme. Batllori era conocido por su tira diaria que publicaba en la sección de política de La Vanguardia desde 1994. Según ha publicado el propio medio, el humorista gráfico ha muerto horas después de entregar su tira diaria, dedicada al gasto en defensa y armas. Batllori nació en Barcelona en 1951 y hacía más de 30 años que colaboraba en La Vanguardia. Aunque en 1991 empezó a hacer alguna colaboración esporádica para este periódico, su incorporación definitiva a la sección de política no fue hasta el 1994 con su tira Ninots.

La vocación a Toni Batllori le venía de familia ya que era hijo del también dibujando Antoni Batllori Jofré. Batllori hijo empezó a publicar a finales de los años 70 en revistas como El Patufet o El Papus, un semanario satírico donde también se formaron otros dibujantes de su generación. Premiado el 2007 con el premio Ciudad de Barcelona, Batllori era conocido por la agudeza de sus viñetas y su esfuerzo por vincular su trabajo a la actualidad política (hay que tener en cuenta que dibujaba a diario). Aparte de las tiras cómicas, Batllori también ha sido pintor y escultor, y había recibido premios como Manuel Salas i Ferré (2000), Gat Perich (2004), Junceda (2004) y el Premio Nacional de Comunicación (2015).

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La última tira de Batllori, publicada este mismo sábado

Adiós de sus compañeros

El director de La Vanguardia, Jordi Juan, se ha despedido de Batllori en declaraciones en RAC1 donde lo ha querido recordar, visiblemente emocionado, como una persona "encantadora, lista e inteligente". Juan ha explicado que el caricaturista estaba enfermo en estado grave y que hacía tiempo que tenía problemas para hablar y que por eso, últimamente, se tenían que comunicar vía correo electrónico. El director del diario ha lamentado la pérdida de su amigo y ha admitido que su figura no se puede sustituir: "Creo que es imposible encontrar a una persona que pueda hacer su trabajo".

En la matexa línea se ha expresado uno de sus compañeros del diario, Magí Camps, el cual ha explicado que Batllori era de los últimos en entregar su trabajo porque siempre tenía que esperar a que todo estuviera escrito para encontrar la idea de su dibujo.

Al nivel de los más grandes humoristas gráficos

Toni Batllori podría compararse perfectamente con nombres tan grandes como el de Jean-Jacques Sempé, el dibujante francés conocido por sus caricaturas en la prensa fallecido este pasado verano. Sempé ilustró casi un centenar de portadas de la revista estadounidense The New Yorker. La muerte de Batllori ha golpeado a muchos y el presidente del Govern, Pere Aragonès, ya se ha despedido de él en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Aragonés ha descrito a Batllori como el dibujante que "durante décadas ha retratado de forma lúdica y crítica la actualidad de nuestro país con sus viñetas". El presidente ha enviado sus condolencias a la familia, amigos y compañeros de profesión. Por su parte, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, ha lamentado la "gran pérdida" que supone Batllori. Lo ha descrito como "un gran ilustrador que con su mirada crítica hace 30 años que nos ponía delante del espejo de la actualidad del país". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que las viñetas de Batllori "quedarán para siempre como un testigo fiel de la vida política" de España. Y ha añadido que echará de menos su humor y su mirada sagaz sobre la actualidad.