El Servei Meteorològic de Catalunya ha decretado el grado máximo de peligro, el 6, por la ola de calor. Las altas temperaturas que ya asolan el territorio catalán podrán llegar hasta los 43 °C en algunas zonas del interior, una temperatura que casi se alcanzó el pasado jueves en Artés (42,8 °C) o en Gurb (42,5 °C), seguidos por Sant Salvador de Guardiola (41,6 ° C), Cardona (41,2 ° C) y Òdena (41,0 ° C).

El pico de la ola de calor se prevé que llegue este fin de semana, siendo especialmente vulnerables las zonas de la Catalunya Central, valles del Prepirineu, puntos del prelitoral y Ponent. Por eso el Servicio Meteorológico de Catalunya ha actualizado las zonas que se encuentran en más peligro hoy, sábado y domingo. De los días de más riesgo hoy será el día que los termómetros catalanes sufran un poco menos, dejando máximas de 36 y 41 °C.

Todo dicho si hablamos de las temperaturas máximas, pero la ola de calor arrastra con ella unas mínimas muy altas. Se registrarán valores mínimos que no bajarán de los 25 o 26 °C. En otras palabras, se vivirán noches tropicales (aquellas en que no se baja de 20 °C) y, en algunos puntos, tórridas (noches que el termómetro no baja de 25 °C).

Este inusual episodio de calor tiene fecha de caducidad. Según las previsiones actuales, el domingo la masa de aire caliente que ha causado esta ola de calor se empezará a retirar. A medio plazo se prevé que el próximo lunes las temperaturas vuelvan a estabilizarse progresivamente.

Precaución ante el calor

Ante las temperaturas extremas que se experimentarán durante las próximas horas el Departament de Salut ha pedido extremar las precauciones y seguir una serie de medidas para minimizar el impacto de la ola de calor. Entre las medidas más destacadas encontramos la protección ante el sol. Gestos tan sencillos como mantener las persianas bajadas en los momentos de más calor, abrir las ventanas durante la noche o evitar el sol directo con gorras y sombreros cuando se está en la calle pueden marcar una gran diferencia.

La recomendación más destacada, como cada año, es la de la buena hidratación. Es fundamental que en un episodio de temperaturas extremas se esté bien hidratado. Se deben beber zumos y agua, y evitar las bebidas alcohólicas y las comidas calientes o calóricas.

En las horas de más calor hay que reducir al máximo la actividad física, sobre todo al mediodía. Se recomienda reducir todas las actividades intensas, sean lúdicas o laborales.

Finalmente, hay que ayudar a las personas más vulnerables ante la ola de calor, como puede ser la gente mayor o enferma. Salut aconseja visitar a las personas en estas situaciones una vez al día con el fin de ayudarlos a seguir los consejos anteriores y asegurarse de que están bien.

 

Imagen principal: Una mujer se remoja en una fuente durante la ola de calor / Montse Giralt