El presidente de la República Checa, Milos Zeman, ha calificado al colectivo transexual "repugnante" al ser preguntado por la convulsa ley de Hungría que arremete contra LGTBI, y reduce su presencia en las aulas y en los medios de comunicación.

LGTBIfobia latente

Zeman ha dicho sin ningún remordimiento en una entrevista con PrimaTV recogida en el portal checo iDNES.cz que "toda operación es un riesgo y que estas personas transexuales son realmente intrínsecamente repugnantes para mí".

No contento, ha continuidad cargando contra el movimiento LGTBI: "Puedo entender a gais y lesbianas, ¿pero sabes que no entiendo en absoluto? A los transexuales". El presidente checo ha añadido sobre el día del orgullo LGTBI que "si fuera un poco más joven, organizaría una gran manifestación de heterosexuales en Praga".

Después de despreciar el movimiento LGTBI, ha tenido tiempo para cargar contra el movimiento feminista, que ha asegurado que le molestan las manifestaciones feministas y el movimiento empoderador #MeToo, que busca liberar a las mujeres que han sufrido casos de abuso o acoso por parte de hombres.

La ley anti LGTBI

Zeman también ha dado su opinión sobre la ley ultra de Víktor Orbán y ha dicho que "no ve ninguna razón por no estar de acuerdo" con las tesis del ejecutivo húngaro, ya que "lo que busca con esta ley es que los padres y sus hijos no sean manipulados con respecto a la educación sexual". En este sentido, ha añadido que "la Unión Europea y sus estados miembros no tendrían que involucrarse en los asuntos de Hungría".

De hecho, varios líderes europeos mostraron abiertamente su rechazo a la ley de Hungría y estiraron las orejas a Orbán, escarneciendo al líder públicamente. El primer ministro neerlandés amenazó con expulsar la UE si no retira la ley. Aunque la UE tiene otras herramientas para sancionar Hungría, aunque ahora no se ha presentado ninguna sanción y han descartado retirar el país de los fondos europeos como represalia

Orbán no retrocede

Víktor Orbán ha hecho caso omiso a los comentarios de sus homólogos europeos. Orbán ha asegurado "que él no está contra la homosexualidad y que se trata de que los padres puedan controlar la educación de sus hijos".

El presidente húngaro está acostumbrado a mantener una relación tensa con la Unión Europea. Hace años que sus políticas son motivo de discusión en Bruselas. No es la primera vez que varios miembros de la UE riñen a Orbán, quien a estas alturas ya ha visto que sus actos tienen pocas consecuencias.

Imagen principal: Milos Zeman. - Europa Press