La Comunidad de Sant'Egidio ha vuelto a convertir el día de Navidad en una jornada de encuentro y solidaridad con la organización de su tradicional Cena de Navidad, que este año ha permitido atender a miles de personas en situación de vulnerabilidad. Este jueves, 25 de diciembre, la entidad ha ofrecido una comida caliente a 1.500 personas sin hogar, personas mayores con dificultades y personas refugiadas en la Basílica de los Santos Mártires Justo y Pastor y en otros ocho espacios de la ciudad de Barcelona.
La acción solidaria no se ha limitado a la capital catalana. También se han organizado comidas en Tarragona, Manresa y Gavà, donde se ha acogido a cerca de 1.000 personas más. En total, según datos facilitados por la misma entidad, la Comida de Navidad ha llegado a unas 2.500 personas solo en Catalunya, en una iniciativa que busca garantizar que nadie quede excluido en unas fechas especialmente sensibles.
“Cenas familiares” compartidas
Desde Sant'Egidio destacan que estas comidas no son solo una respuesta a una necesidad material, sino que se conciben como “comidas de familia” compartidas con los “amigos de todo el año”. El objetivo, aseguran, es ofrecer un espacio de calidez y acogida donde personas de realidades muy diversas puedan sentarse a la misma mesa y compartir Navidad en un ambiente de respeto y proximidad.
La entidad recuerda que, durante los últimos días, ha atendido a cerca de 4.000 personas a través de estas celebraciones y otras iniciativas solidarias. Entre las acciones complementarias se encuentran el reparto de regalos y felicitaciones en residencias de ancianos, así como el apoyo a familias vulnerables con lotes de Navidad para ayudarles a pasar las fiestas con más tranquilidad.
Uno de los valores centrales de la Comida de Navidad de Sant'Egidio es su dimensión simbólica. Según explican desde la comunidad, estos encuentros crean una mesa “capaz de reunir a personas de diferentes religiones, culturas y situaciones sociales”. En un contexto internacional marcado por los conflictos armados y las tensiones sociales, la entidad defiende que esta iniciativa se convierte en una propuesta clara de paz, diálogo y fraternidad.
En Barcelona, decenas de voluntarios han hecho posible la organización de las comidas, ocupándose tanto de la preparación de los espacios como de la acogida de los asistentes. Desde primera hora de la mañana, han trabajado para que el ambiente fuera el de una celebración compartida, con mesas puestas, menús cuidados y un trato cercano. La Comunidad de Sant'Egidio subraya que la implicación del voluntariado es clave para transformar una simple comida en una experiencia de dignidad y relación humana, especialmente para personas que a menudo viven en soledad o invisibilidad social.
Tradición de más de cuatro décadas
La Cena de Navidad de la Comunidad de Sant'Egidio es una tradición con más de cuatro décadas de historia. Nació el 25 de diciembre de 1982 en la Basílica de Santa Maria in Trastevere, en Roma, donde un pequeño grupo de voluntarios compartió una comida con 47 personas, de las cuales 22 eran personas pobres. Aquel gesto sencillo se ha ido extendiendo por todo el mundo.
Actualmente, la iniciativa tiene un alcance internacional. En 2024, la Comunidad de Sant'Egidio consiguió sentar a la mesa a más de 250.000 personas en 70 países de los cinco continentes, consolidando la Comida de Navidad como una de las acciones solidarias más emblemáticas de la entidad y como un símbolo de generosidad abierta a todos.