Una chica saharaui se ha pasado seis días retenida en la comisaría del aeropuerto del Prat por la negativa del Estado a darle el asilo. Según ha adelantado el diari Ara, la joven de sólo 18 años viajó hasta Argelia y de allí cogió un vuelo a Barcelona para huir de los maltratos y las amenazas de su padre, que la obligaba a casarse el próximo 1 de enero.

Sólo aterrizar el domingo en el Prat, la chica saharaui reclamó el asilo político y aquí empezaron sus problemas. Gracias a la ayuda de varios activistas y de un gabinete de abogados, este sábado se ha revisado su solicitud –que finalmente ha sido aceptada- y la joven ha evitado la deportación. "Me informan de que ya la han dejado libre. Ahora toca pedir asilo en el territorio, al menos por apatridia. Bienvenida Jadiya", ha celebrado al secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós.

Previamente, Amorós se había hecho eco de este caso "muy grave" y anunciaba las gestiones pertinentes con los ministerios de Trabajo e Interior a fin de que reconsideraran el caso de la joven saharaui. "Creo que saldremos adelante", vaticinaba el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, que también había informado al conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani. De hecho, como medida de presión, se había convocada una concentración en la zona de llegadas de la T1 del Aeropuerto de Barcelona para acompañar a la abogada de la chica del Sáhara Occidental en la entrega del recurso. "Ella está convencida de que si la devuelven a su país su padre la casará o bien la matará y que, además, puede acabar haciendo daño a su madre por haberla ayudado en la huida", afirmaba a la abogada de la chica, Natalia Castellano, en el mismo diari Ara.

A pesar de asegurar que su vida corría peligro si retornaba al Sáhara, el estado español había denegado la primera petición de asilo. "Le dan la condición de argelina, aunque no lo es, y aplican la ley que allí dice que es legal casar a una menor si el padre lo quiere", precisaba Castellano, que hoy ha defendido -con éxito- los argumentos de la chica en la revisión de la petición de asilo.

Si el Estado hubiera tumbado por segunda vez la solicitud, la joven saharaui hubiera sido deportada en el primer vuelo regular y la abogada afirmaba que la única posibilidad pasaba por reclamar una medida cautelar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Finalmente, no ha sido necesario y la joven Jadiya ha podido dejar atrás seis días de retención en el Aeropuerto de Barcelona