No ha habido sorpresas y, tal como se acordó en la comisión de urbanismo, el plenario ha acordado obligar a los promotores inmobiliarios a reservar un 30% del suelo de las nuevas construcciones en vivienda protegida. Esto afectará las edificacions de más de 600m2, ya sean de obra nueva o de reforma.

A los votos favorables ya sabidos de Barcelona en Comú, ERC, PSC y los concejales no adscritos Gerard Ardanuy y Juanjo Puigcorbé, se han añadido los del PDeCAT, que ayer ya adelantó que daría apoyo a la medida, y la CUP. Ciutadans se ha abstenido y el PP ha votado en contra.

La alcaldesa de Barcelona, ​​Ada Colau, visiblemente emocionada, ha dado las gracias a las entidades que han impulsado la medida: la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el Sindicato de Inquilinos y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, ​​todas ellas presentes en el plenario. "Ha ido muy por delante de la administración", dijo al tiempo que ha reconocido que le hubiera gustado sacarlo adelante "sólo llegar al gobierno". Colau ha declarado que hoy no era un día para hacer "reproches" y que espera que "se mantengan las mayorías" que se ha visibilidad esta mañana.

El concejal del grupo Demócrata, Jordi Martí, ha apoyado tras "intensificar" el diálogo y los acuerdos con BComú. Sin embargo advirtió que la medida "no soluciona el problema de la vivienda" y ha invitado a la alcaldesa a hacerla extensible dentro del ámbito metropolitano.

Desde ERC, el concejal Jordi Coronas ha pedido "generosidad" al sector privado después de que algunos promotores ya hayan anunciado que piensan recurrir la medida: "Intentamos no poner más trabas al tema de la vivienda".

Ciudadanos por su parte ha abstenido sobre la obligatoriedad de destinar el 30% del suelo a vivienda pública al considerar que la medida es "provisional" y premeditada porque "no se han evaluado las posibles consecuencias". En cambio, ha votado favor de convertir Barcelona en área de tanteo y retracto.

Jaume Collboni, desde el PSC, acusó Colau de falta de "planificación" en cuanto a la vivienda y ha señalado que la alcaldesa había fracasado en su principal "caballo de batalla". A pesar de ello, hay apoyado.

El Partido Popular ha votado en contra y también ha recordado a Colau su fracaso en vivienda. La CUP, también muy crítica con la medida, finalmente ha apoyado.

Todavía queda camino por recorrer

Después de recibir el apoyo del plenario, la modificación del Plan General Metropolità se tendrá que someter a la aprobación definitiva de la subcomisión de Urbanismo de Barcelona que depende de la Generalitat y que tiene que determinar su legalidad. El Ayuntamiento calcula que gracias a esta medida, la ciudad ganará 334 pisos protegidos nuevos al año y cree que más de la mitad se ubicarán en los barrios más céntricos. También se ha dado luz verde al derecho de tanteo y retrae en toda la ciudad, así pues, el Ayuntamiento tendrá el derecho a compra preferente de determinados inmuebles o solares que estén en venta.

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