La titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Santa Coloma de Gramenet ha absuelto a tres activistas feministas acusadas de boicotear un acto de Vox en la CIBA, un equipamiento para mujeres, el 20 de febrero pasado. La magistrada comparte la opinión de la Fiscalía que hay "una falta absoluta de prueba", de las acusaciones por los delitos leves de coacciones, lesiones, daños e injurias a un menor que fue al acto del partido de ultraderecha, según la resolución en la cual ha tenido acceso ElNacional.cat este viernes. Vox pedía tres años de prisión para cada una de las activistas, que lo que solo admitieron que se van concentraron, con otros vecinos, para expresar su rechazo que un partido que aboga para recortar los derechos de las mujeres hiciera una charla en este espacio feminista.

La agrupación Alerta Solidaria ha celebrado la absolución de Núria, Irene y Anna, a las cuales ha llevado su defensa, y ha afirmado, que "el juicio solo ha servido para que el abogado de Vox y actual concejal, hiciera el ridículo y fuera reñido por la jueza", haciendo referencia a Juan Carlos Segura Just. La formación se refiere a que la magistrada reprocha al abogado de la acusación particular que pida penas de prisión por un delito de odio a las tres activistas, cuando el procedimiento es por delitos leves, que implican penas de multa, y que si quería un juicio con penas de prisión tendría que haber pedido la transformación del procedimiento, que no hizo. También le recuerda que la ley destina este delito para proteger a los colectivos vulnerables.

Patada y gritos de "violador"

La acusación contra las tres activistas se fundamenta en la declaración de un joven, que aseguró que cuando quiso asistir al acto de Vox, se produjo "un tumulto" y le dieron una patada en el tobillo y lo estiraron la chaqueta. En la sentencia, sin embargo, la jueza explica que al ser alertado de la obligación de decir la verdad, el denunciado admitió que "era incapaz de identificar a la autora" de la supuesta agresión, y que fue un agente policial que custodiaba el edificio, quién lo estiró de la chaqueta para hacerlo entrar en la CIBA.

Añade que los vídeos aportados en el procedimiento se ve una concentración contra el acto de Vox, pero ninguna actuación violenta de las investigadas. Tampoco hubo ningún testigo que las señalara, indica la magistrada, que no ve ninguna acción delictiva en los gritos de "violador", que se hizo en la concentración.

Y ante la falta de pruebas, absuelve a las tres activistas. Incluso, una de ellas antes y todo de la celebración del juicio porque no fue bien notificada de la imputación.