El conseller de Acció Exterior de la Generalitat y exalcalde de Agramunt por ERC, Bernat Solé, ha afirmado ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que se le notificó la suspensión del Tribunal Constitucional con respecto al 1-O, y ha expresado: "De la orden del TC no entendía que tuviera que cambiar mi opinión". Solé es el segundo alcalde de Catalunya juzgado por el 1-O. Su condición de conseller en la actualidad, sin embargo, ha hecho que el caso haya saltado al TSJC y que se haya activado de nuevo la maquinaria judicial contra el independentismo y contra el referèncum del 1-O.

El juicio de este lunes analiza todos los movimientos de Bernat Solé. La Fiscalía intenta probar que el conseller promocionó el referéndum e incluye en su acusación su participación en un debate de autodeterminación en el que participó como representante de un partido y no como alcalde.

El TSJC juzga a Solé por un presunto delito de desobediencia durante el 1-O, cuando era alcalde de Agramunt, por supuestamente promover y participar en la organización del referéndum en el municipio, y pide por eso una inhabilitación de un año y medio y una multa de 24.000 euros.

Solé ha aceptado contestar a todas las preguntas planteadas por el fiscal y también por su abogado, y sobre el día de la votación ha defendido que su actuación fue "la que corresponde a cualquier alcalde, máximo representante en Protección Civil" en un municipio. En este sentido, ha asegurado que sólo intervino para preservar el orden público y la integridad de los equipamientos, y ha dicho que por este motivo "en ningún momento" dijo que se escondieran las urnas de la votación en el falso techo de la escuela donde se hacía la votación.

"Ni intervine en la logística, ni en el movimiento de las urnas ni en la constitución de las mesas", ha defendido Solé sobre su papel durante el 1-O.

Qué hizo Solé?

El 7 de septiembre de 2017 Solé promulgó un decreto de alcaldia apoyando plenamente el referéndum, después de que el Parlamento aprobara la convocatoria, pero no ordenaba nada en concreto, sino que era una "mera adhesión política". La Delegación del Gobierno en Catalunya advirtió a todos los alcaldes que debían intentar impedir la votación a raíz de la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional, advertencia que Solé recibió el 12 de septiembre, pero solo recibió la advertencia sobre la suspensión provisional del decreto de normas complementarias, no la de la ley del referéndum.

El 25 de septiembre Solé participó en un acto sobre el referéndum organizado en el Casal Agramuntí, de titularidad y gestión municipal. Tenía que participar también la entonces diputada de la CUP Mireia Boya, que no asistió, y un representante de los comunes. Pero Solé ha dicho que participó en este acto como representante de ERC y JxSí, no como alcalde, dado que no fue invitado ningún otro grupo municipal. De hecho, según Solé no se habló de la logística del referéndum ni de Agramunt en concreto. El defendió el derecho al voto. En la revista Sió le citaban como alcalde. 

El AFA del CEIP Macià Companys, de titularidad municipal, organizó actividades lúdicas el sábado 30 de septiembre por la tarde para mantenir abierta la escuela hasta el día siguiente. Solé ha dicho que no cedió la escuela, pero ha admitido que acudió allí unas cuantas veces el mismo domingo 1 de octubre para comprobar cómo estaba la situación. Al conocer los rumores según los cuales llegaría la Guardia Civil, y habiendo hablado con alcaldes de municipios próximos donde habían actuado los antidisturbios, pidió a los organizadores que no hubiera ningún enfrentamiento, sino que dejaran pasar a los agentes y que se llevaran lo que quisieran, pero que no hubiera lesiones ni daños al edificio. Así lo ha explicado Solé y los tres testigos autores de la revista, jubilados y voluntarios.

Cuando se propuso esconder las urnas en el falso techo de los baños, Solé pidió que no lo hicieran para no provocar daños. Por eso, los organizadores escondieron las urnas varias veces en un domicilio próximo. "Ante todo quería preservar el orden público", ha asegurado.

Las tesis de la acusación y la defensa

La Fiscalía basa su acusación principalmente en dos artículos de la revista municipal Sió, elaborada por voluntarios, donde se explicaba que Solé participó en un debate público donde animaba a los ciudadanos a votar, y que el 1-O fue a la escuela donde se hacía la votación. Esto ha sido aceptado por Solé y por los autores de los artículos, pero el acusado ha rechazado la interpretación del ministerio público.

La defensa de Solé ha recordado que el Ayuntamiento no dió ninguna orden a favor del referéndum, y también que la gestión de las escuelas es de la Generalitat, aunque la titularidad sea municipal. También ha recordado que el Tribunal Supremo ya estableció la responsabilitat del Govern en la apertura de los centros el día de la votación. De hecho, en ninguna votación el consistorio cede el centro educativo, sino que se utiliza directamente por parte del Departament de Educació.

El abogado del conseller también ha recordado la sentencia de la Audiencia Nacional que absolvió al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero,  al considerar que no solo no desobedeció al TC, sino que hizo lo que debía para evitar disturbios el 1-O.