CbB7q2RWEAAtbXZ

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mantiene la voluntad "de gobierno del cambio" y no dará su apoyo al presidente del PP, Mariano Rajoy, quien insiste en la gran coalición. "Trabajaré para que se facilite un Gobierno de PP, C's y PSOE, puesto que somos la lista más votada, y creo que es lo más democrático", decía Rajoy. La tensión era palpable. Así, Sánchez ha ofrecido su mano a Rajoy al inicio de la reunión, mientras éste se abrochaba la americana y, por voluntad o por omisión, no le ha devuelto el saludo.

Rajoy considera que su oferta no se puede descartar de entrada, "ya que no ha sido votada en la cámara", por lo que los líderes no han llegado a ningún acuerdo en los 25 minutos de reunión. El candidato del PSOE ha afirmado que habían dado una "imagen de diálogo a los españoles", y que el PP tendrá siempre su apoyo "en los grandes pactos de Estado", como el terrorismo. Sin embargo, discrepan en las cuestiones económicas. A Rajoy le "preocupa" la estabilidad presupuestaria, y el PSOE insiste en la necesidad de aplazar el déficit.

El otro eje del encuentro ha sido la posición de España en el próximo consejo de la Unión Europea, donde se debatirán cuestiones como la posición de Gran Bretaña y su eventual Brexit. En este punto, sí parecen partidarios de llegar a una posición común. No es el caso de la reforma constitucional, que en Ferraz se mantienen en pie, pero en Génova no se pronuncian "pues no la ha detallado", según Mariano Rajoy.

Sánchez ha afirmado que él no creía que el gesto de Rajoy fuera a propósito. Preguntado por el tuit, aseguró que los "community manager a veces van más rápido que el jefe". Así, ha asegurado que tras los focos sí se han estrechado las manos.

Independientes, que no 'indepes'

El líder socialista se ha mostrado receptivo a todas las fuerzas que le quieran "plantear una propuesta de Gobierno". Podemos ya preparaba la suya, pero sobre su opinión al respecto, o si elegiría a los morados o a Ciudadanos para la conformación de Gobierno, no se ha posicionado. Ahora bien, ha reiterado que su posición es clara en cuanto a los independentistas, de quienes no quiere el apoyo ni por "ausencia, ni por abstención".

Rajoy ha lamentado el mensaje del presidente Carles Puigdemont a los cónsules. Pero Sánchez ha culpado al presidente en funciones de hacer crecer el independentismo en Catalunya y ha recordado que el PSOE quiere que los catalanes voten, "pero una reforma constitucional con el resto de españoles". Lo ha expresado claramente, después de una confusión léxica. Como su líder ya anunció, el PSOE podría incluir en el Gobierno "independientes de prestigio".

Otro malentendido

La elección de la sala también ha sido motivo de controversia hasta el último momento. Finalmente, se ha realizado en un espacio del Congreso que no le pertenece ni a la oposición ni al Gobierno. El orden de aparición se ha resuelto con que el líder de los populares hablase en primer lugar y Sánchez después. Parece que el PP tenía reticencia en presentarse como invitado a la cita, y no han recibido bien que el PSOE tuviera "el encargo constitucional del Rey para formar gobierno", como destilaban por la mañana las palabras de su portavoz, Rafael Hernando.

Conscientes de que no llegarían hoy a un acuerdo, tal vez el no-saludo ha sido el gesto que ha permitido dar titulares a los periodistas, a la par que indicios sobre de qué iría la reunión.