Ni cuando se deja el Congreso para los ciudadanos, estos pueden entrar... Quizás, una metáfora de la situación política española de hoy en día.

Esto ha sucedido esta mañana, cuando han hecho falta unos cuantos intentos para abrir la monumental entrada de la Cámara legislativa española. Se habían atascado las puertas nobles a causa de un error de planificación en la construcción de la tarima de acceso, que era más alta de lo necesario. Al final se han podido abrir, pero sólo parcialmente. Es decir, que los visitantes que lo han querido, han acabado entrando... pero a trompicones.

Una vez dentro, pocos diputados se han animado a dar la bienvenida a los ciudadanos (quien, con su voto, les han dado este lugar de trabajo). La periodista Ainara Guezuraga, presente en la Cámara en aquel momento, lo ha visto claro: esto pasa porque "no estamos en campaña".

Con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, sin saber qué cara poner tras los minutos de 'tensión', la puerta se ha acabado abriendo, y lo hará también mañana sábado, como cada año, en las jornadas previas al 6 de diciembre, el Día de la Constitución.

Quien sabe si, tras tantos problemas, al Congreso lo que le hace falta es quizás una puerta giratoria.