La consellera en el exilio Clara Ponsatí ha manifestado en un artículo sobre el 1-O, publicado a la web del president Quim Torra, que los políticos independentistas "no cumplieron su deber" después del referéndum del 2017, porque no materializaron la independencia que habían mandado las urnas. Y delante de eso ha propuesto unos nuevos liderazgos, que a su entender requerirán un trabajo previo. Según Ponsatí, los políticos que actualmente pilotan el gobierno autonómico "renunciaron a cumplir el mandato del referéndum y se adaptaron a la suspensión de la autonomía".

"El indiscutible éxito del referéndum contrasta con la magnitud de la renuncia en la materialización de su mandato. La movilización de la sociedad había tenido éxito en el ejercicio del derecho a la autodeterminación superando los intentos de detenerlo del Estado español. Cuando fue el turno de los políticos, de los dirigentes que habían prometido a la sociedad civil que si votaban independencia, tendrían la independencia, no cumplieron su deber", ha lamentado.

"Cinco años más tarde, pilotan al gobierno de la autonomía políticos que renunciaron a cumplir el mandato del referéndum y que se adaptaron a la suspensión de la autonomía. La sumisión a España era el precio a pagar para administrar el gobierno y todos sus esfuerzos están dedidcados a desmovilizar, desmoralizar y confundir la movilización popular. Para relanzar el combate por la independencia serán necesarios nuevos liderazgos políticos capaces de encabezar con valentía y credibilidad el envite contra el estado español. A fin de que surjan estos liderazgos hay que rehacer la cultura política de fondo: los valores, las palabras y las acciones. También los votos", ha apuntado.

De todos modos, Ponsatí considera que la principal lección del 1-O no son estas renuncias, sino "la potencia y capacidad extraordinaria de la movilización popular para hacer la independencia". "Los catalanes vimos hasta dónde podíamos llegar con la coordinación popular masiva, y esta es la lección que ya nunca se olvidará", ha indicado. "El estado español sólo puede luchar contra una movilización de esta magnitud forzando los límites de la democracia. El derecho a la autodeterminación es un principio fundamental de los derechos humanos; para impedir el ejercicio hay que vulnerar otros derechos como la libertad de expresión, de pensamiento o de representación. Día a día, para oponerse a las aspiraciones de libertad de los catalanes, España deteriora su democracia, que ya no era nada ejemplar de entrada. El primero de octubre es la base que nos permite no acostumbrarnos. Ante una revuelta generalizada, persistiendo en una movilización coordinada como la de los días 1 y 3 de octubre del 2017, España no puede impedir la autodeterminación de los catalanes sin autodestruirse".

Según la actual eurodiputada de Junts, el conflicto del pueblo catalán con las instituciones españolas "es inevitable". "Mientras los catalanes luchamos por nuestros derechos, el embate tendrá posibilidades de éxito. Los que pretenden esperar el permiso de Europa o de la comunidad internacional, o incluso el de España, nos están invitando a aceptar la sumisión. La deja del 1-O es precisamente esta conciencia, que no hay alternativa a la independencia y que sólo nosotros mismos, los catalanes, podemos conseguirla. Nos hace falta todavía una política a la altura del primero de octubre", ha manifestado.