Juanfran Pérez Llorca era un hombre de confianza de Carlos Mazón cuando este era presidente de la Generalitat y él portavoz del partido en las Cortes Valencianas. Ahora que los papeles se han cambiado, con la llegada del primero a la presidencia tras la dimisión del expresidente, que ha pasado a ser prácticamente un diputado más, Llorca no ha querido hacer borrón y cuenta nueva y, a pesar de unos pequeños retoques, ha mantenido la esencia del Ejecutivo de su predecesor con solo una víctima, que cae del gabinete, mientras que otros cambian de cargos o se crean de nuevos. La portavocía también cambia de manos. Este miércoles, el nuevo presidente ha anunciado las novedades del Ejecutivo, que a partir de ahora tendrá tres vicepresidencias, la creación de la conselleria de presidencia, tres incorporaciones y el adiós de Ruth Merino, hasta ahora responsable de Hacienda. A ella la sustituye el hasta ahora polémico conseller de educación, José Antonio Rovira, el encargado de poner en marcha una consulta para arrinconar el valenciano en las aulas de la autonomía, a pesar de que fracasó en su objetivo. Mari Carmen Ortí Ferré, que hasta ahora era directora de la Universidad Popular de Valencia, es su relevo.
La nueva conselleria y vicepresidencia de Presidencia es la principal novedad de esta remodelación casi quirúrgica. Esta recaerá en José Díez, que hasta ahora era el director general de Proyectos Estratégicos. Hace diez años que este departamento no existía dentro del organigrama de la Generalitat. Será el encargado de política lingüística, un tema sin duda especialmente sensible. La vicepresidenta Susana Camarero seguirá como mano derecha del president, como vicepresidenta primera, a pesar del cambio al frente del Ejecutivo. Eso sí, no tendrá el mismo encargo: será la encargada de una materia muy relevante como vivienda, un problema cada vez más grave en todo el Estado y que también tiene un fuerte impacto en el País Valenciano. Las competencias de Servicios Sociales, hasta ahora en manos de Camarero, pasarán a ser de la nueva incorporación, Elena Albalat, y la de portavoz será de Miguel Barrachina.
Llegada pidiendo perdón
Este martes, el popular tomó posesión como presidente de la Generalitat y dedicó sus primeras palabras desde su nuevo cargo a pedir perdón a las víctimas de la DANA (ya son 230) y a sus familias, tal como ya había avanzado que haría. Días antes, había conseguido ser investido con el apoyo de Vox, después de asumir buena parte de sus reclamaciones, tal como le pedían los ultras, que hasta el último momento no confirmaron su voto, pero vieron satisfechas sus exigencias.