El economista Santiago Niño Becerra se ha mostrado indignado por la posible llegada de una nueva ola de precarización laboral y ha advertido que puede tener consecuencias graves. "Así, mal; no es el camino", ha indicado al gobierno de Pedro Sánchez. El economista ha hecho referencia de esta manera a algunas informaciones que apuntan que el ejecutivo español promoverá el contrato en el extranjero, contra el criterio de los sindicatos, de miles de carpinteros, electricistas y albañiles.

Niño Becerra se ha hecho varias preguntas sobre estos contratos. "¿La oferta de trabajo para estos empleos es insuficiente o la demanda de trabajo está ofreciendo unas condiciones laborales por debajo de otros? En consecuencia: ¿al aumentar la oferta de trabajo, todavía empeorarán más estas condiciones laborales? ¿Caerá todavía más la productividad? El ejemplo es el turismo: en algunos lugares de España no hay profesionales de hostelería, pero es que con el salario que se ofrece no es posible subsistir en estas zonas. Esta oferta de trabajo nueva aceptará la precarización, como ya ha pasado a la historia reciente de España?. Si es así, mal: no es el camino", ha apuntado advirtiendo del desastre social.

Según el proyecto del Gobierno, a partir de ahora las empresas tendrán más fácil que nunca estos contratos para traer trabajadores de la construcción del extranjero, porque se considerarán ocupaciones de cobertura difícil, según informa El País.

Un estudio de CCOO del 2021 señalaba que el 48% de los trabajadores españoles tienen un contrato precario. El informe, que se basa en datos de 2019 ha sido dirigido por Hipólito Simón, catedrático de Economía en la Universitat d'Alacant, y concluyó que el fenómeno de la precariedad es estructural en el Estado español al rozar el 50% de los trabajadores que están sujetos a estas condiciones.

Entre los empleados que no están en precarización, hay un 24% que sufren carencias consideradas secundarias (exceso de horas, trabajo en fin de semana, o sobrecualificación). Es decir, el 72% del total sufren alguna falta ante el 28% de los trabajadores que tienen un empleo de calidad. Por otra parte, el 24% de la población asalariada percibe un sueldo inferior a 1.200 euros brutos mensuales, lo que los convierte automáticamente en precarios, y un 26% está en situación de temporalidad.