Lluís Rabell se ha sacado el pin. El cabeza de lista de Catalunya Sí Que es Pot el 27-S, que acostumbra a llevar el logotipo de la confluencia enganchado encima del corazón, ha descartado lucirlo hoy por motivos que todavía se desconocen.

El ritual, hoy roto, es tradición en el activista de movimientos vecinales, a pesar de llevar su outfit habitual de día parlamentario, con traje gris y camisa rosada. Hasta ahora, nunca había fallado en sus apariciones públicas.

Rabell, que ha hecho una interpelación sobre la situación política al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido el encargado que no estallara la división interna en la confluencia, por las diferencias personales y políticas entre sus miembros. Llevar el símbolo al pecho también era una manera de remarcar este rol.