El Front Nacional de Catalunya ha decidido presentarse a las próximas elecciones en el Parlament de Catalunya.

La formación forjada en Ripoll -presentó lista electoral por primera vez a las municipales del 26-M en la capital ripollesa- ha avisado en un comunicado que la independencia de Catalunya "no se decidirá en el Congreso de los españoles", sino que "se hará efectiva al Parlamento de los catalanes".

Es por este motivo, han explicado, que centran "todos los esfuerzos" a presentarse "a las próximas elecciones nacionales en el Parlament de Catalunya". El partido liderado por Sílvia Orriols ya dejó claro que no participa en las elecciones españolas porque "son elecciones extranjeras" y hacerlo sería "legitimar el estado español participando en su farsa".

El FNC reivindica también la libertad de voto de sus militantes en el 10-N, pero, en la misma línea, considera que la abstención es sinónimo de "desconexión con el Reino de España" y dar apoyo a cualquier formación que se presenta fomenta el "bloqueo" del conflicto.

El origen del Front Nacional se remonta a un grupo de ciudadanos de Ripollès que, moguts pels atemptats del 17-A, se presentaron a los comicios municipales "rescatando" la formación política creada en 1940 para luchar contra el franquismo y que se disolvió ya hace casi hace tres décadas.

Con su disolución en 1990 la gran mayoría de sus militantes se integraron en ERC. Ahora, el partido ha vuelto a la esfera política aplicando varios cambios en la línea ideológica y conservando -aunque no tiene ningún vínculo- el nombre de la anterior organización.

La cabeza de lista, Sílvia Orriols, afirmaba en el primer mitin electoral de la campaña de las municipales que "era pertinente rescatar el partido ante la ofensiva del estado español que ha adoptado su faceta más represiva y colonialista". En el primer acto de la refundación aseguraron que "actualmente no hay ningún partido que defienda el catalanismo y el nacionalismo".

En el último pleno de Ripoll -el FNC consiguió representación en el consistorio el 26-M- Orriols presentó hasta cuatro mociones que la oposición tumbó directamente sin debatirlas. JxCat, ERC, el PSC y la CUP votaron en contra de colgar la bandera negra de la resistencia catalana en el ayuntamiento y que se retire la bandera europea. Tampoco sacó adelante una moción para hacer efectiva la declaración de independencia de Catalunya ni la Moción en apoyo a la lucha del pueblo kurdo para la hermandad con la ciudad de Kobane.