En Grecia hay 115.000 refugiados y solicitantes de asilo según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (Acnur). Con el anuncio del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, de abrir la frontera y dejar pasar cerca de 76.000 personas, puede suponer que con pocos días lleguen a cruzarla hacia Europa más de la mitad de los que se han quedado en los últimos cinco años y sumando todos los flujos migratorios.

Las cifras no tienen precedentes y Erdogan utiliza a los refugiados como una amenaza permanente hacia la Unión Europea para hacer y deshacer como quiere con Siria. Y todo para ganar la suya personal batalla por el poder que tiene con la Rusia de Putin en un territorio devastado que ha servido para probar el armamento con una sociedad civil que lleva nueve años de guerra.

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La tensión ahora se traslada a la frontera terrestre a través de las vallas o por vía marítima cruzando el río Evros, nadando 40 metros de agua helada. El gobierno griego se niega a aceptar a más refugiados y según su viceministro de defensa, Alkibiadis Stefanís, la pasada noche ya se evitaron 9.600 intentos "de entrada ilegal en el país".

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Además, 73 personas han sido detenidas y 17 de los cuales, todos ellos afganos, se los ha condenado a tres años y medio de prisión por "entrar sin permiso". El otro conflicto es la escalada de racismo que se vive cuando algunos de ellos consiguen llegar: golpes, insultos e incluso ataques a las ONG's que ayudan a los refugiados.

En paralelo, la Guardia Costera griega tiene arranques más de siete operaciones de rescate en curso en aguas que rodean las islas de Samos, Quíos y Lesbos. Tampoco descartan aumentar las operaciones coincidiendo con una mejora del tiempo y el cambio de temperatura que favorece que, muchos de ellos, decidan jugarse la vida.

Mientras Turquía y y Grecia chocan en la frontera, los turcos alegan que han acogido a más de 3 millones de refugiados y los griegos son una puerta de entrada que está colapsada, ¿qué hace la Unión Europea?

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha declarado que se ha puesto en contacto con diferentes autoridades europeas para discutir el papel de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, creada el año 2004 para el control de la migración. La respuesta es un tímido 'golpecito' en la espalda para dar apoyo. Antonio Tajani, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la UE, ha escrito a través de twitter que apoyan "totalmente las medidas del gobierno griego".