Primer paso del Congreso de los Diputados para que los promotores de las terapias de conversión contra personas LGTBI sean castigados con penas de hasta dos años de prisión. Con 311 votos a favor, 33 en contra (de Vox) y una abstención (de UPN), el pleno de la Cámara Baja ha tomado en consideración una proposición de ley impulsada por el PSOE para modificar el Código Penal en esta dirección. Las terapias de conversión ya están prohibidas por la ley trans que se aprobó la pasada legislatura y muchas leyes autonómicas las prohibían previamente, pero los socialistas han querido “dar un paso más” porque los colectivos de víctimas denuncian que esto “no es suficiente” y han optado por “elevar a la categoría de delicto lo que en realidad es una tortura”. De esta forma, la ley ha superado su primer examen parlamentario y ahora empieza su tramitación, en la que los grupos podrán presentar enmiendas para modificar el redactado.
En concreto, la reforma propuesta por el PSOE quiere introducir un nuevo artículo en el Código Penal para castigar con la pena de prisión de seis meses a dos años el que “aplique o practique sobre una persona actos, métodos, programas, técnicas o procedimientos de aversión o conversión psicológicos, físicos o farmacológicos” destinados a “modificar, reprimir, eliminar o negar su orientación sexual, su identidad sexual o su expresión de género”. Asimismo, añade que incurrirán en las mismas penas los ascendientes, tutores o responsables de una persona menor de edad o con discapacidad que, siendo conscientes de su finalidad, “consientan, promuevan, favorezcan o faciliten” la perpetración de estos delitos. Finalmente, también se impondrá la pena de inhabilitación para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre.
El debate llega un mes y medio después de que el PP y Vox acordaran en el País Valencià abrir las puertas a las terapias de conversión cuando sean voluntarias para las personas que las quieran recibir. Lo hicieron a través de una modificación de la Ley Trans valenciana, aprobada en 2017 y que fue pionera en toda España, durante la tramitación de los presupuestos. El artículo original prohibía la “práctica de terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento destinadas a modificar la identidad o la expresión de género de las personas trans” y se ha reemplazado por uno que prohíbe las “terapias que puedan suponer una agresión o una intimidación a la persona trans” y que reconoce que es “posible acogerse a acompañamiento siempre que se opte libremente y voluntariamente”.
ERC reprocha al PSOE que haga “marketing institucional” con una propuesta “maquillada y descafeinada”
Durante su turno, la republicana Teresa Jordà ha recriminado al PSOE su falta de ambición. “Es una reacción calculada, una propuesta un poco maquillada y descafeinada. […] No es hacer política transformadora, es hacer marketing institucional con el dolor de las víctimas”, ha lamentado. “No reflejan una intención política real, sino más bien una estrategia de rendimiento mediático. […] En definitiva, una ley pensada para salvar los muebles, no para cambiar la realidad”, ha añadido. Y ha reprochado a los socialistas que omitan las ayudas económicas a las víctimas y que eviten “señalar directamente las instituciones cómplices”. Eso sí, Teresa Jordà ha sido muy contundente contra las terapias de conversión y las ha presentado como una “bestialidad” y una “auténtica tortura psicológica y emocional”.
Asimismo, Teresa Jordà ha recordado que el mes de febrero ERC, Junts, Sumar, Podemos y el BNG impulsaron una proposición de ley para castigar las terapias de conversión con hasta cuatro años de prisión. Por lo tanto, de entrada, el castigo era superior a lo que plantea ahora al PSOE. Sin embargo, de momento, esa ley todavía no se ha debatido al pleno de la Cámara Baja y sigue esperando su turno. Según ha relatado la diputada republicana, la norma que promovieron hace cuatro meses incluía una “reparación económica real para las víctimas”, establecía la inhabilitación directa para profesionales docentes o religiosos que “promovieran estas prácticas asquerosas” e incluía sanciones específicas a las “instituciones cómplices”. En cambio, los socialistas rebajan las penas previstas, no contemplan la reparación económica y solo prevén una “rehabilitación parcial y limitada”. “Eso no es justicia, es desprecio institucional”, ha remachado Jordà.
El PSOE pide “elevar a la categoría de delito lo que en realidad es una tortura”
Por su parte, el socialista Víctor Gutiérrez ha reivindicado que la iniciativa salda una “deuda histórica con las personas LGTBI” para castigar una de las “peores formas de violencia que una persona puede sufrir”, que es “ser obligado a odiarse, ser torturado física o psicológicamente para que le arranquen su orientación o su identidad de encima”. “Sigue habiendo familias, curas, pastores de sectas y coaches que venden que la diversidad sexual y de género se puede extirpar con sesiones de rezo, con descargas eléctricas, con medicamentos y con amenazas”, ha denunciado. Los socialistas apuestan por “elevar a la categoría de delito lo que en realidad es una tortura” para que “quien arrastre a su hijo a una sesión de humillación y trauma responda ante la justicia”.
El PP acusa al PSOE de “hacer la vida cada día más difícil a los jueces”
“Ustedes intentan cambiar las leyes, haciéndoles la vida cada día más difícil a los jueces”, ha denunciado Jaime de los Santos. El diputado del PP ha defendido la ley LGTBI que promovió el gobierno de Isabel Díaz Ayuso (y que fue parcialmente anulada por el Constitucional) alegando que “protege a los menores” capacitando a los médicos y a los padres a “opinar en algo tan trascendente como es el hecho de transitar de una realidad a otra”. Lo que hacía era introducir una excepción a la prohibición absoluta de las terapias de conversión para permitir el asesoramiento psicológico o la evaluación psiquiátrica. “El Partido Popular no va a abandonar ni a los médicos que intenten parar cualquier tipo de situación que sea irreversible y que pueda no estar dentro de la línea de la realidad ni a aquellas criaturas que necesiten de su apoyo”, ha remachado.