El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, opina que la tensión que se vive en Catalunya en su relación con España "viene más de arriba que de la calle" y lamenta que los que mandan se refieren a la situación con más crispación de la que hay en la calle.

"Cuando escuchas a los que mandan referirse a la situación, uno se espera que en la calle no se hable de otra cosa y que la gente esté crispada, pero no es así", explica el cardenal en una entrevista en el diario local La Comarca.net, de su comarca natal, el Matarraña de Teruel.

A la pregunta de "¿cómo ve la tensión entre Catalunya y el resto de España?", el arzobispo de Barcelona responde: "Cuando uno vive en Barcelona se da cuenta de que la tensión es más de arriba que de la calle. Yo voy por parroquias, voy por la calle y creo que esta tensión la crean ciertos grupos y medios".

"Es una tensión alimentada. A mí me alegra mucho ver que aragoneses y catalanes siempre han tenido muy buena relación. Ahora parece que a través de estas políticas hay cierta tensión y me hace daño", añade el prelado.

Monseñor Omella propone "lanzar un mensaje de entendimiento, de paz y de hermandad. A pie de calle es cierto que a veces también se palpa un poco de tensión, pero ni mucho menos tanto como trasciende en los medios y da la sensación de que la imagen que se da no es correcta".

"Tenemos que trabajar todos por el bien de todos y para la fraternidad de todos. La división no lleva a ningún sitio. Eso no conduce a nada sino a padecimientos. Ojalá todos pongamos de nuestra parte, ciudadanos, políticos, periodistas, profesores, padres de familia. ¡Hagamos todo lo posible para acercarnos y dialogar por el mismo bien común!", concluye el arzobispo.