Benet Salellas, abogado de Jordi Cuixart, se ha mostrado convencido de que cuando se haya dictado la sentencia del Supremo por el caso 1-O el Estado español podría reactivar las euroórdenes. Estas declaraciones las ha realizado, cuando ya está a punto de acabar el juicio al procés, en una entrevista al programa El Suplement de Catalunya Radio.

El tribunal tiene miedo a darnos tiempo en los temas centrales, y eso es un síntoma clarísimo de juicio político

Un juicio político

Salellas ha insistido en el hecho de que el juicio no ha sido justo, básicamente porque "el Supremo, antes de empezar el juicio, ya tenía una cierta visión de hacia donde lo quería llevar", "nos podría dar a entender que los jueces actúan como ejecutores de una decisión previa que ya se ha tomado", una cuestión que ha calificado de "grave". "El juicio aparece, en sus inicios, con la voluntad de influir en el procés independentista", ha denunciado Salellas, que ha apuntado que hay un "discurso falso". Por su parte, ha asegurado que él y su defendido, Jordi Cuixart, "no han renunciado a dar a todo lo que pasa en el juicio su dimensión política", aunque afirman que también harán una defensa "jurídica y técnica" punto por punto. "Hay que acompañar la defensa jurídica con una defensa política", apunta Salellas. Ha denunciado que el tribunal solo dé una hora a las defensas con el fin de hacer su alegato final, después de dedicar mucho tiempo a hechos colaterales. "El tribunal tiene miedo a darnos tiempo en los temas centrales, y eso es un síntoma clarísimo de juicio político. Es extremadamente injusto".

Un juicio demasiado largo

Benet Salellas ha apuntado que el juicio se habría podido resolver en tres semanas: "El 90% de las pruebas que se han presentado en el juicio han sido claramente prescindibles" y ha puesto como ejemplo la declaración de centenares de policías. También apunta que hay una interpretación "muy dura del principio de autoridad" por lo "que una persona puede acabar acusada a 17 años de prisión por el solo hecho de haber subido en un coche de la Guardia Civil".

El abogado espera ver "los argumentos de la sentencia" y se siente preocupado por ver cómo ubican "los derechos de reunión y la libertad de expresión". Para él eso no está claro, porque "si no existen no tenemos un estado auténticamente democrático". "Este juicio establecerá los límites sobre el derecho a la protesta", ha concluído el abogado de Cuixart: "puede acabar definiendo las reglas del juego, con unas líneas absolutamente peligrosas y que criminalicen la protesta". Y por eso ha afirmado que ya están trabajando en un posible recurso a Europa de la sentencia, básicamente apelando al ataque a los derechos fundamentales. En cambio confía poco en el Tribunal Constitucional, que en los últimos años no ha dictado prácticamente sentencias a favor de la gente que se opone a los poderes constituidos.

Retorno a Catalunya

Salellas apunta que "no hay nada que nos haga pensar que los presos no vuelvan a Catalunya tan pronto como se acabe el juicio" y añade que a finales de junio podrían estar en Catalunya. En cualquier caso ha explicado que la decisión final depende de las instituciones implicadas. En cualquier caso, las defensas pedirán la libertad condicional, pero no confían mucho en la decisión del tribunal, especialmente después de que el Estado español desobedeciera el mandato de Naciones Unidas de liberar a Cuixart, Sánchez y Junqueras.