Tras el cristal lleno de despedidas en forma de huellas de manos, Dolors Bassa (Torroella de Montgrí, 1959) aparece en el locutorio del centro penitenciario con un bufanda negra hecha por internas en un taller de la prisión. Lo explica con su habitual sonrisa, que ha conseguido recuperar después de encajar 12 años de una condena especialmente dura en el juicio del procés. También ha incorporado a su rostro una cicatriz en la ceja a raíz de una caída que le provocó diferentes lesiones poco antes de que el Supremo hiciera pública su decisión. Fueron unas semanas muy duras para Bassa, que se sentía engullida por un pozo oscuro del cual la ayudó a salir el máster en Filosofía que cursa en la UOC.

Bassa convive con mujeres condenadas por todo tipo de crímenes, incluidos delitos de sangre, pero sólo una de las internas tiene una condena superior a la suya. Suma más de 700 días en prisión, pero su relato del día a día en el centro de Puig de les Basses demuestra hasta qué punto le sorprenden cada uno de los momentos que vive allí. Asegura, sin embargo, que la experiencia no le ha hecho cambiar las convicciones. Al contrario.

En la muñeca derecha, una pulsera negra reivindica la libertad con letras amarillas.

¿Cómo está?
Sobreviviendo y queriendo salir en libertad. Estoy más entera que hace unos meses, aunque las semanas de las Fiestas siempre son más complicadas emocionalmente.

Muy pronto hará dos años que estoy aquí encerrada... ¡qué barbaridad!

Han transcurrido ya 700 días de prisión, ¿cómo lo lleva?
Como puedo, evidentemente con momentos más duros que otros, pero he intentado adaptarme; que no quiere decir normalizar. Ya muy pronto hará dos años que estoy aquí encerrada... ¡qué barbaridad!

Debe ser una de las mujeres que lleva más tiempo en este centro...
Pues sí. Creo que sólo hay tres o cuatro que hace más tiempo que yo. Ahora estamos en estos módulo 50 mujeres y soy la que tengo la condena más alta, salvo una que tiene 22 años. Al no estar en un módulo de respeto sino en un módulo de mujeres en prisión de hombres, ya te puedes imaginar que hay todo tipo de delitos, desde delitos de sangre hasta otros de hurto, de tráfico de drogas o de estafa.

Sigo fastidiada e indignada por una sentencia que sólo quiere venganza

¿Ha digerido ya la sentencia? El error increíble en la sentencia que le atribuye otra conselleria que no era la suya...
No sé si alguna vez se puede digerir una sentencia de 12 años de prisión cuando se es inocente... Sigo fastidiada e indignada por una sentencia que sólo quiere venganza. El error que me consideraba la consellera de Educació es una prueba más del juicio político. Este error supone que me adjudican una autoría de hechos con más responsabilidades y consecuencias penales que no me corresponderían a mí. Un error con el que aprovechan para aumentarme la pena de prisión. Indignante. Mi abogado presentó recurso de incidente de nulidad ya hace dos meses, pero ahora mismo me cuesta confiar en la justicia española.

¿Qué futuro tienen los recursos que han presentado?
A lo largo de todo este proceso judicial no he tenido mucha confianza en la justicia del estado español, pero sí que la tengo en el derecho y en la justicia internacional. Ya hemos visto la primera victoria con la sentencia del TJUE sobre la inmunidad de Oriol Junqueras. Presentaremos todos los recursos posibles a estas instancias internacionales. Ahora bien, sabemos que puede tardar tiempo en hacerse justicia y en obtener resultados, pero la perseverancia en nuestra inocencia nos ayuda a vivirlo mejor.

He intentado no sentir que me han robado el tiempo y sobre todo que no me entre la prisión en el cuerpo

¿Cómo va la convivencia en la prisión?
La prisión es dura, no se está bien; pero he encontrado la forma de adaptarme y sobrevivir. La decisión de estudiar un máster de filosofía me ha ayudado mucho. Así lleno intelectualmente mucho tiempo que tendría muerto. He intentado no sentir que me han robado el tiempo y sobre todo que no me entre la prisión en el cuerpo. Intento ser yo misma, estar alegre cuando puedo, ayudar en grupos de internas, estoy de gestora cultural, quiere decir que cada fin de semana programamos actividades para todos los reclusos que voluntariamente quieran asistir, doy clases de teoría de autoescuela cada sábado para facilitar el carnet de conducir gracias a un convenio con autoescuelas de Catalunya y participo en talleres de yoga, pintura... Es decir, llenarme el tiempo para pasarlo un poco mejor, ya sabéis que soy activa por naturaleza y aquí también soy activista de valores y feminismo.

¿La relación con las otras presas es buena?
Sí, la relación es buena, cordial, nos ayudamos con lo que podemos. Han tenido mucha empatía por mi caso, pero en general son mujeres muy diversas con diferentes motivaciones y expectativas. A pesar de eso, me siento respetada y apreciada.

¿Qué perfil tienen?
El perfil como decía es muy diverso. Es una de las grandes dificultades en la convivencia. Hay chicas y mujeres con patologías duales, algunas consumidoras, algunas analfabetas, otras simplemente en riesgo de exclusión social y pocas con una vida normalizada en el exterior. También de diferentes nacionalidades, especialmente latinoamericanas, rumanas...

Era consciente de que era muy difícil un tercer grado ahora, pero lucharemos por poder conseguir permisos

¿Qué le parece que finalmente se le haya asignado el segundo grado?
Era consciente de que con una sentencia de 12 años de prisión era muy difícil que se me concediera un tercer grado ahora; aun así, lo hemos hablado y lucharemos para poder conseguir los permisos, como cualquier otra persona reclusa. Una opción posible es la aplicación de algún artículo del reglamento penitenciario que permite salir a trabajar unas horas en una empresa privada. Es lo que se denomina prisión flexible, que se puede utilizar entre el segundo y el tercer grado.

Entonces, ¿cuándo podrá tener permisos?
Los primeros permisos para salir algunos días en libertad los podré tener cuando lleve una cuarta parte de la pena, de aquí a un año... en febrero de 2021. Junto con Raül Romeva y Jordi Turull, soy la que podré salir más tarde. Sin embargo, no me desespero e intento pensar en que del túnel negro donde estamos puedo empezar a ver la luz al final y sobre todo se ha acabado la incertidumbre que teníamos hasta ahora.

¿Cómo es un día en la prisión?
Largo y monótono. Aun así, ahora mi marco mental se sitúa en hacer pequeñas cosas, me fijo objetivos a más corto plazo, como estudiar el máster de Filosofía que estoy haciendo a través de la UOC. Hago varias actividades, desde informática a deporte, como aeróbic o yoga. También doy clases a internos y leo mucho, en estos más de 700 días sin libertad he leído más de 450 libros entre ensayo y novelas, muchos, enviados por personas por correo a quienes les quiero agradecer desde aquí.

¿El momento más impactante? El 'puto cristal' que todavía ahora me hace daño y el momento de la entrega de la sentencia

¿Cuál ha sido el momento que más le ha impactado?
Ostras, en las vivencias; es que no hay un momento, es una serie de momentos, de hecho, puedo decir que cada día pasa alguna cosa que supera la anterior y me sorprende. Puedo explicar miles de anécdotas que fuera se vivirían fatal o que encuentras impensables y aquí aprendes a convivir con ellas. Ahora, sin duda, a nivel personal los sentimientos de los primeros vis familiares, el puto cristal que todavía ahora me hace daño y el momento de la entrega de la sentencia.

¿Pudo escuchar la intervención de Montse Bassa cuando advirtió al Congreso que le importa un comino la gobernabilidad?
Sí, pedí permiso para quedarme aquella mañana en la celda y poder seguir el pleno. Me emocionó cuando empezó diciendo que nos habían robado el tiempo que nos regalábamos entre nosotras dos y después, personalmente, el "me importa un comino la gobernabilidad de España", creo que es una idea simplificada de lo que muchos independentistas pensamos. Si fuéramos independientes, no estaríamos en el Congreso de España, tendríamos mesas de cooperación entre pueblos y creo que es lo que ahora anhelamos.

¿Qué le ha parecido el debate sobre si ERC tenía que apoyar o no la investidura de Pedro Sánchez?
Siempre hemos dicho y seguimos diciendo que queremos diálogo. La posición de Esquerra la he encontrado adecuada y acertada, lo que tocaba en este momento. Y es que el PSOE se tenía que mover porque no estamos en el mismo escenario que hace unos meses y tiene que abandonar la vía represiva y entrar en la vía política de la negociación. Sólo así podremos avanzar y desencallar este conflicto, que es político.

Tenemos que hacer lo mejor que pueda servir para el diálogo y la negociación. Se tiene que intentar, pero no a cambio de nada. Es a cambio de negociar 

Hay gente que no lo entiende...
Tenemos que hacer lo mejor que pueda servir para el diálogo y la negociación. Sí o sí se tiene que intentar. Ahora bien, no a cambio de nada. Es a cambio de negociar. ¿Qué otra salida hay si no?

¿Confía, pues, en que la mesa de diálogo entre el gobierno catalán y el español dé algún resultado?
Confío en que se avance en el diálogo, en la negociación y que se deje atrás la judicialización, en definitiva, en hacer política. Veo muy bien que lo que se acuerde se valide en una consulta a la ciudadanía de Catalunya, creo que es como se tienen que hacer las cosas, con democracia y dando voz a la gente, también es lo que hemos dicho siempre.

Lucharemos, aunque no sea fácil, por una amnistía, para dejar atrás la represión

¿Cómo vería una amnistía?
Como os decía, lucharemos y denunciaremos en todas las instancias posibles la injusticia que se ha cometido, también lucharemos, aunque no sea fácil, por una amnistía, para devolver a la política un conflicto político, para dejar atrás la represión y para acabar con esta causa general contra el independentismo.

El gobierno español ha abierto la puerta a reformar los delitos de rebelión y sedición en el Código Penal...
Un poco se dan cuenta de que la realidad les supera. Esto ha coincidido con el examen de derechos humanos que ha tenido que superar España en Ginebra. Estos temas aparecían en algunos comentarios que se les hicieron durante el examen.

El ministro de Justicia ha dicho que parecen delitos más propios del siglo XIX...
No basta con las palabras, a ver si se nota con los hechos.

Por fin hay un poco de justicia y podrá estar la voz independentista en una instancia europea

¿Qué ha pensado cuando ha visto que Carles Puigdemont y Toni Comín conseguían finalmente tomar posesión de sus escaños en el Parlamento Europeo?
Me alegré mucho, pensé que por fin había un poco de justicia y podría estar la voz independentista en una instancia europea, pero también me supo mal no ver a Oriol Junqueras por culpa de que el Tribunal Supremo desobedeció a una instancia judicial internacional

¿Todavía tienen aquel sentimiento de que se las considera de manera diferente a las mujeres presas, que están un poco olvidadas, invisibilizadas?
Creo que muchas personas han ayudado a que no sea así. Pero ha tenido que haber un esfuerzo superior en la vertiente de sensibilización y de información que en los hombres. De hecho, ya con Meritxell Borràs los días de permiso después de la salida de prisión nos quejamos. Ahora pienso que no estamos invisibilizadas, gracias a muchas mujeres, también especialmente, y a acciones como Ninguna mujer en el olvido. Como siempre, sin discriminación positiva habríamos continuado invisibilizadas.

¿Ha podido hablar con los presos de Lledoners o con Carme Forcadell desde que acabó el juicio?
Sí, vamos teniendo contacto entre todos de vez en cuando, especialmente por carta, pero con la que más contacto tengo, es con Carme Forcadell con quien hemos conseguido algunas llamadas intercentros.

​Veo una luz al final de un túnel oscuro de una época que no olvidaremos nunca

¿Cómo ve el futuro?
Tanto personal como social, con una luz al final de un túnel oscuro de una época que no olvidaremos nunca. Con perseverancia y con las convicciones firmes de mucha gente. Cada día más enamorada de la gente de este país que sabe encontrar oportunidades donde otros sólo verían dificultades. Saldremos adelante y nada será en vano, como he dicho siempre.

Parece que en todas las entrevistas que se les hace hay una pregunta que se repite. ¿Lo volvería a hacer?
(Ríe) Lo haría diferente, porque sé ahora cosas que no sabíamos antes. Lo haría diferente, pero lo haría. Las convicciones son las mismas que antes. Las he afianzado más en la prisión. 

Al cabo de 40 minutos se corta el interfono y se funde el sonido en el otro lado del locutorio. La conversación intenta arañar unos minutos más, pero al final llega la hora de añadir nuevas huellas en el cristal.