Las duras palabras pronunciadas por el jefe de la Guardia Civil en Catalunya, Pedro Garrido, en el acto de su patrona en Sant Andreu de la Barca, todavía traen cola un día más tarde. Después de que este miércoles los altos cargos de Interior y de los Mossos abandonaran el acto indignados por las palabras de Garrido ―que amenazó con que lo volverían "a hacer"―, quien se ha referido a ello este jueves ha sido el vicepresident, Pere Aragonès, que lo ha tachado de "vergüenza". Lo ha hecho durante la sesión plenaria, en el marco de una interpelación de ERC sobre derechos y libertades.

Aragonès ha lamentado que el cuerpo policial se posicione "políticamente a favor de una determinada ideología" y ha asegurado la "única violencia" que se ha ejercido en Catalunya por el procés "la ejercieron los que eran condecorados en Sant Andreu de la Barca". Además, el vicepresident también ha lamentado el comportamiento del Gobierno en funciones y del PSOE y ha defendido que "el 'todo por España' se parece al 'Ahora, España'", lema de los socialistas para las elecciones del próximo 10 de noviembre.

También ha querido recordar las últimas resoluciones de la JEC ―que prohibió los lazos amarillos en espacios públicos durante la campaña y también que los medios públicos puedan decir "presos políticos" o "exiliados"― y ha criticado que pida "neutralidad a gobiernos escogidos por la ciudadanía" pero que, en cambio, "calle" ante unos "mandos de la Guardia Civil que toman parte".

A las puertas de la sentencia, que probablemente se dará a conocer el lunes, Aragonès ha hecho un llamamiento a la protesta "serena", "cívica" y "pacífica". También ha asegurado que el Govern está preparado para "canalizar el descontento con propuestas institucionales" y ha defendido que, sea cuál sea la sentencia, el juicio ya ha sido "injusto" porque, ha dicho, se han vulnerado derechos de la defensa de los presos.