Catalunya ya es una de las conversaciones más cargadas entre el público alemán. No es una conclusión científica, pero sí la impresión que causa el debate —intenso, vivo y respetuoso— de los lectores de los dos principales diarios serios de Alemania (Frankfürter Allgemeine Zeitung, más conservador, y Süddeutsche Zeitung, más liberal) a raíz de la detención del presidente Carles Puigdemont.

Hay trolls, algunos que gritan y miles de matices en la discusión. No es fácil seleccionar y resumir. Entre los comentarios firmados con nombre y apellidos, y que no replican, un sumario debería incluir al menos estos argumentos: la policía alemana ha hecho su trabajo: la euroorden tiene que cumplirse; ya es mala suerte que nos haya tocado el caso; España se equivoca al tratar por la vía judicial un problema político, más si lo hace de forma grosera, porque lo agravará; Puigdemont no es un criminal; el delito de rebelión es una antigualla.

En general, el Estado español y su actual gobierno no caen demasiado bien, y parece que el caso catalán es más parte del enredo europeo más que un asunto interno.

"La orden de detención es políticamente estúpida y estrecha. Típica de los líderes conservadores españoles, que creen en soluciones simples y autoritarias para todos los problemas"

Süddeutsche Zeitung (SD), el gran diario de Münich, promueve el debate entre lectores con un destacado en portada. "¿Cómo valora la detención de Puigdemont?" pregunta. A las seis de la tarde de este domingo ya se habían publicado más de 150 comentarios. En el Frankfurter más de 130, en este caso con una mayoría más bien favorable a Puigdemont.

"La orden de detención es políticamente estúpida y estrecha. Típica de los líderes conservadores españoles, que creen en soluciones simples y autoritarias para todos los problemas. La policía alemana no tenía más remedio que arrestarlo, lo manda la ley europea. Punto. Si no cumples [en este caso], ya no puedes luchar contra otros crímenes en Europa", dice uno en SD. Este comentario marcaría la línea media en este diario.

"La policía no puede actuar de otra manera", dice otro más exaltado. "El problema es el gobierno de derecha y el estado franquista españoles y su indescriptible monarquía. La reacción del gobierno federal demostrará si Alemania es una democracia liberal o es partidaria de un sistema post-franquista de extrema derecha", añade.

"Alemania no puede rehusar la extradición de una persona reclamada por un socio de la UE con un sistema jurídico regular. El problema es España"

Al cabo de una hora, han entrado en el debate otros usuarios —no muchos, siempre los mismos— que replican estas opiniones sistemáticamente. Algunos parecen troles y no pocos firman con nombres españoles. Su argumentación es conocida: España es un socio de la UE, es un estado de derecho, los independentistas no están perseguidos por ideas sino por delitos, etcétera. De forma recurrente, preguntan si les gustaría que Baviera decidiera hacer un referéndum ilegal de secesión.

En general, el tono de estas respuestas es más agresivo, a la altura de la intensidad de algunos contrarios, pocos, como uno que dice: "¡Es triste que los políticos que mantienen sus promesas de campaña sean detenidos! ¡Vergüenza, Alemania!".

"Alemania no puede rehusar la extradición de una persona reclamada por un socio de la UE con un sistema jurídico regular", dice otro, que firma con nombre y apellidos alemanes. "El problema es España", añade. En el mismo tono, otro comentario dice: "Es una buena oportunidad para que Alemania actúe como un estado constitucional: detención sobre la base de la euroorden, declaración de falta de fundamento de la solicitud española y liberación [de Puigdemont]".

Más comentarios: "El problema tendría que resolverlo la política. Es erróneo hacerlo a través del poder judicial. No se aguanta"; "El arresto no es una decisión política, sino un automatismo policial. Tengo curiosidad por saber cómo salimos de esta"; ¿"Realmente [la extradición] solucionará el problema de los catalanes"?, dice otro, advirtiendo que las manifestaciones por el referéndum han reunido a más gente que cualquier otra protesta conocida en Europa.

¿"Rebelión? Es escandaloso que hoy se acuse en Europa de una cosa así. Parece más de la edad media que del siglo XXI"

Un buen puñado de comentarios se ríen del delito de rebelión. "Es escandaloso que hoy se acuse en Europa de una cosa así. Parece más de la edad media que del siglo XXI", dice uno. "Es un delito meramente político del derecho penal español, que en Alemania no conduciría a nadie en la fiscalía", añade otro, tras una larga reflexión. "La rebelión como delito pertenece a la papelera de la historia, no al siglo XXI", se queja otro en el FAZ.

En general, los lectores se sorprenden de la dureza de la acusación. Son recurrentes los comentarios en la línea de este: "Puigdemont, de momento, no ha cometido ningún delito contra la vida, la salud o la propiedad de nadie".

La mayoría considera la situación un caso de mala suerte para Alemania. Es cómico ver cómo se quejan de que no le haya tocado detener a Puigdemont a Bélgica, Finlandia o Dinamarca. "¿Por qué tenemos que ser nosotros, los alemanes, los primeros en ejecutar esta orden de detención?", se lamenta uno. Y otro más: "Otros países europeos no lo han hecho, pero los alemanes sí tenemos que intervenir en el conflicto interno español".

"Bélgica ha reconocido claramente el abuso de la acusación penal del gobierno de España. ¿Alemania no tiene nada mejor que hacer que intervenir de manera proactiva en nombre del gobierno español en un conflicto interno español?", se pregunta otro, que suena enfadado.

"¿Por qué dejamos pasar a Lenin [a Rusia] y a este no?"

La discusión también incluye varios demonios particulares alemanes. "¿Volvemos a la DDR [la Alemania comunista] de Merkel? Puigdemont está bajo vigilancia política y tiene que ser liberado inmediatamente". No son pocos los que ven relación entre detener a Puigdemont y "las amistades" con Erdogan (por|para el acuerdo de inmigración de hace dos años), y Putin (una exageración, porque Merkel le trata con exigencia).

Unos cuantos advierten que al menos Puigdemont tiene la oportunidad de que su caso sea escuchado por la justicia alemana. "Tiene todo el derecho a ser escuchado antes de entregarlo a un régimen que lo quiere encarcelar 30 años". Uno más: "Alemania tiene reputación de generosidad con refugiados de cualquier tipo. Veamos...".

Otros proponen evocaciones históricas: "¿Por qué dejamos pasar a Lenin [a Rusia] y a este no?". Uno recuerda la fuga de Schiller de Württemberg a Mannheim para escapar "de un príncipe despótico". A la hora de publicar esta pieza, sólo un comentario recuerda al president Lluís Companys, "entregado por el Reich alemán (...) al régimen de Franco, que lo ejecutó en Barcelona".