Los estudiantes valencianos de segundo de bachillerato estudiarán religión católica el próximo curso por orden de la sala cuarta del Tribunal superior de Justicia, pero la comunidad musulmana no podrá conocer el islam en las escuelas públicas o concertadas.

Las presiones sociales, declaraciones de representats políticos y actitudes xenófobas han hecho que la Generalitat Valenciana renuncie, de momento, a implantar la materia como experiencia piloto en dos centros de Almassora, uno de Sogorb y otro de Altura, en las comarcas de la Plana Baixa y el Alt Palància, con una significativa presencia de población musulmana.

El movimiento de rechazo contra esta iniciativa de la Conselleria de Educación había sido encabezada por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de la población de Altura con el apoyo del PP que ayer se concentraron en las calles de la población. La presidenta del Partido Popular del municipio, María Teresa Máñez, en declaraciones en Europa Press, ha afirmado que la protesta "es en contra de esta imposición". "Se experimenta con gaseosa, no con los niños de Altura".

Por su parte, la agrupación local del PSPV ha anunciado que, "gracias a las gestiones del alcalde", Miguel López, y después de conversaciones con el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, Altura no formará parte de "la experiencia piloto en la implantación de religión islámica en el colegio público".

Desde Educación explican que todavía no había ninguna orden escrita que designara los cuatro centros de la Plana Baixa y el Alt Palància para las primeras experiencias. Según estas fuentes, hasta al principio de septiembre no se conocerán los colegios donde el islam será una asignatura con las mismas características que el catolicismo o la asignatura alternativa.