Hay gente contraria a la independencia que ha celebrado aparatosamente la aparición del libro de Francesc-Marco Álvaro Ensayo general de una revuelta (Proa en catalán y Galaxia Gutemberg en castellano). "¿Lo veis?", repiten farisaicamente. "Nosotros ya lo decíamos". E intentan instrumentalizar lo que se dice para intentar avalar sus posiciones.

Pero no solamente llegan voces de este lado. También se alzan entre los independentistas, cosa que resulta mucho más inquietante. Algunos se han tomado muy mal las críticas, a mi entender del todo razonables, que hace Álvaro al procés y sus protagonistas. ¡Un independentista hablando severamente de las miserias de su propio bando! "¡Traidor! ¡Traidor!", brama un grupo de independentistas miopes.

El libro de Álvaro es, sobre todo, dos cosas. La primera, un diagnóstico de lo que ha fallado, de los errores, debilidades y carencias del independentismo, tanto político como social.

En segundo lugar, un esfuerzo para dar profundidad, para otorgar dimensión, a las cosas que han pasado y todavía están pasando. Para hacerlo, recurre a la historia y al pensamiento, viajando entre el pasado y el presente, pero también entre Catalunya y el mundo. Intenta señalar caminos, de abrir espacios, a fin de que los lectores podamos ir más allá de la cronología del procés. Porque intentemos entender mejor lo que ha sucedido en nuestro país y calibrar lo que pueda venir a partir de hoy.

El independentismo no se puede permitir, si realmente quiere ganar algún día, pensar infantilmente que conseguirá sus objetivos sólo porque su causa es justa, porque tiene razón

Este, además de un libro intelectualmente valioso, es, pues, un libro útil, aunque no se esté de acuerdo con todo lo que Álvaro escribe.

Dar perspectiva, dimensión, reflexionar y, sobre todo, ayudar a reflexionar sobre el partido mientras el partido se sigue disputando frenéticamente. Este esfuerzo tiene un gran mérito, y tendría que ser apreciado por los que lean esta obra, situada intencionadamente en las latitudes híbridas del periodismo y el ensayo.

De hecho, el independentismo, que es el adversario débil en esta batalla, que es David y no Goliat, sólo tendrá una oportunidad si reconoce las equivocaciones cometidas y les pone remedio. El independentismo necesita ahora ―después de proclamar una independencia simbólica y fallida― curarse de las múltiples y dolorosas heridas, ganar músculo, actuar con más inteligencia y saber administrar el tiempo para aprovechar las ocasiones que se presenten. Necesita, por lo tanto e ineludiblemente, aprender de sus propios errores, es por eso que tiene que servirle el libro que hoy comentamos.

El procés ha sido una prueba, un ensayo ―como dice Álvaro en el título de su obra―, pero los ensayos no sirven de nada, son estériles o incluso nocivos, si no ayudan a hacer que a los actores las cosas les salgan mejor.

El independentismo no se puede permitir, si realmente quiere ganar algún día, pensar infantilmente que conseguirá sus objetivos sólo porque su causa es justa, porque tiene razón. Por lo tanto, tampoco se puede permitir la miopía, es decir, la tozuda y suicida autoafirmación. Y volver a actuar de la forma como a actuar. Es decir, no se puede permitir el lujo de desatender y menospreciar aportaciones agudas y honestas como la de Álvaro.