La noche ha sido larga y corta a la vez en la escuela Joan Boada del barrio de Sant Roc de Badalona. Larga porque no se acababa nunca. Corta porque no ha habido tiempo de darse cuenta de que ya era de día y no se había dormido.

A las 21.47 una treintena de personas estaban en la puerta de la escuela protegiéndola. Unos cuantos llevaban sacos de dormir y mochilas para pasar la noche. La mayoría no se conocían de nada. Circulan noticias de que a los institutos de la ciudad no han llegado las llaves para poder abrirlos. La votación se realizará en las escuelas municipales y las bibliotecas. La gente se organiza para repartirse por diversas escuelas próximas.

A las 22.00, un grupo de unas 15 personas van hacia el Baldomer Solà, que está a un par de calles. Allí, a aquella hora, unas 30 personas ya lo tienen todo a punto para pasar la noche. A medio camino cinco matrimonios cenan en la terraza de un bar. Les pregunto qué piensan del referéndum. Jose dice que votará que sí "porque el país da vergüenza. Iría a vivir a Marruecos si no fuera porque tengo dos hijos". Sentado delante de él Carlos me dice que es "catalán y español". Cree que ha venido demasiada policía y eso le ha molestado mucho. "No hacía falta", afirma. Un tercero explica que él votaría "si hubiera garantías. No hay listas, ni nos han enviado nada y no sé si puedo votar en dos o tres sitios distintos. No me ha llegado ninguna información y nadie me ha explicado nada. De dentro del bar, y con una jarra de sangría en la mano, sale un cuarto opinante que dice no estar en contra de poder votar "pero no tengo ninguna información de la votación ni de los motivos por los cuales votar sí o no.

Media hora más tarde, en la escuela Mercè Rodoreda, cerca del centro comercial Màgic y con mucha más luz que en los dos lugares anteriores, un centenar de personas comentan la jugada. Entra un vecino del barrio por curiosidad y la conversación deriva rápidamente hacia el aeropuerto de Castelló. A pocos metros, una familia toma el aire en la terraza del bar Cañón. Acaban de cenar para celebrar que el hijo de los unos y la hija de los otros han comunicado a los respectivos padres allí presentes que esperan un hijo. El futuro abuelo paterno espera que el día siguiente (hoy para usted) "sea un día de fiesta" y si les dejan, la familia irá a votar. ¿Toda? Nooo. El futuro padre de la criatura dice que no votará porque está harto de todos a los políticos y con todo eso del referéndum "ya no se habla de Urdangarin". La futura madre no dice nada. Me falta un no. El futuro abuelo materno hace cara de que esta es su opción, pero calla.

A las 00.02 el famoso helicóptero que ha sobrevolado toda la noche el área de BCN, hace su primera aparición en la zona. Cuando la gente queda deslumbrada por el potente foco, la gente lo saluda.

00.34 Los Mossos llegan a la Josep Boada. Para llenar el papeleo, piden documentación de dos personas. Dos voluntarios se la dan. Avisan de que a las 6 de la mañana todo el mundo tendrá que desalojar.

- ¿Hay menores? (preguntan)

- No.

- ¿Qué actividades están realizando aquí en este momento?

- Ahora mismo un taller de cuentos eróticos.

Y se van.

Voy a dar un paseo por BCN. La vida transcurre normal. Quizás se ven más patrullas por la calle. No puedo evitar pensar que hoy, para más de uno, es el día perfecto para conducir totalmente ebrio. A nadie se le ocurrirá hacer controles de alcoholemia.

Al final en la Josep Boada se han quedado a dormir 23 personas y unas decenas de mosquitos. Como puños (los mosquitos). Y con mucha hambre (también los mosquitos). Y puedo confirmar que son sordos porque ni se han inmutado con los potentes ronquidos de alguno de los seres humanos presentes.

A las seis han llegado refuerzos. Más de 100 personas. Todos han salido a la calle a esperar a los Mossos. A las siete y cuarto ha pasado un señor mayor gritando: "¿A partir de qué hora se vota?". Le han dicho que de las 9. "¡Pues vendré!".

A las 7.17 ha pasado por delante de la puerta una patrulla de los Mossos. Dos minutos más tarde, el coche ha vuelto por el otro lado de la avenida, sentido BCN. Cuatro agentes han cruzado las vías del tranvía y se han dirigido hacia la puerta. Se han detenido a una distancia de la gente y han leído la orden del TSJC. Han pedido acceder al edificio a través de un pasillo hecho por los presentes. Se les ha comunicado que no, que no harían el pasillo.

- ¿Saben que incurrirán en un delito de desobediencia?

- Sí.

- Pues buena jornada.

Mientras volvían al coche, la gente los ha aplaudido. Dos de los Mossos se han quedado en la acera de enfrente y el vehículo se ha ido. Empieza a llover fuerte. Muy fuerte.

7.45 Empiezan a organizarse las mesas para poner las urnas.

8.00 El coordinador del colegio electoral pregunta si entre los presentes hay el presidente y los vocales previstos por sorteo. No. Anuncia que pedirá voluntarios para ejercer sus funciones y que el móvil de estas personas quedará secuestrado durante las votaciones. Aparecen los voluntarios necesarios en 30 segundos. La gente les aplaude

A las 8.21 voy al bar de delante del colegio a comer alguna cosa. Paso por el lado de los dos mossos y me saludan. Pido un bocadillo de fuet. El propietario, al que los habituales llaman Víctor, me dice que mejor que no, que el fuet está tan duro que no puede ni cortarlo. La TV está conectada. En TV1. El titular general es "Desafío a la ley" y debajo "Los Mossos no están precintando los centros". Mientras unos tertulianos comentan la jugada, vemos imágenes del desembarque de material del barco que no es el del Piolín. Y, de repente, pasa un hecho que hacía años que mis ojos no veían: entra un señor y se pide una "barrecha". He retrocedido 40 años atrás.

A las 9 en punto se abren las puertas del colegio. Largas colas. El primero en votar es un señor de 93 años que, sentado en una silla, introduce la papeleta mientras dice: "Yo soy socialista y quiero votar".

Mientras esperamos poder votar, cae el sistema informático y por medio Catalunya caen las hostias. La gente lo sigue todo minuto a minuto a través de radios, móviles y tabletas. Todo va muy lento. Consigo votar a las 9 y 23 minutos del día 1 de octubre del 2017.

Y el día sólo ha empezado.