Le propongo un ejercicio de imaginación. Va, suponga que el conseller de Interior del Govern, que llamaremos señor FERDI, encarga a un grupo de Mossos, que denominaremos CLOAC, la elaboración de informes falsos para que: 1/ acaben en un juzgado gracias a un grupo de ultraderecha, que llamaremos MANITA y 2/ los publique y difunda un periodista amigo que llamaremos señor EDI. El señor EDI es famoso porque de la noche a la mañana ha montado un digital y colabora en varias cadenas catalanas de TV.

¿Objetivo? Destruir a los enemigos políticos del partido del conseller de Interior en nombre de la razón de Estado, que en este caso podría resumirse en el lema "La unidad de Catalunya es más importante que la verdad".

¿Qué, ya lo tenemos? Bien, pues ahora imagine que la manera de funcionar de la red es pasar estos informes falsos, elaborados con pruebas compradas a precio de oro en el mercado negro que controla un comisario de los Mossos, al periodista cómplice de la red para que los publique en su medio de comunicación y lo explique a todos los medios donde participa.

El contenido del material puede ser muy variado. Un día es un informe falso sobre las inexistentes cuentas en el extranjero de un político elaborado con pruebas tan mal falsificadas que la noticia queda muerta en 48 horas, pero que la red consigue resucitar con más pruebas falsas profusamente difundidas por el periodista amigo.

Otro día es un informe sobre la financiación ilegal de un partido político elaborado también con documentos falsificados, pero que este caso reciben la validez presencial de narcotraficantes que colaboran como testigos en el montaje para evitar ser extraditados a los EE.UU.

Al día siguiente es otro informe que, una vez publicado por el amigo periodista, acaba en un juzgado gracias a la estimable colaboración de un autollamado sindicato que resulta ser un grupúsculo de ultraderecha que nadie sabe de qué vive y que desaparece del mapa cinco minutos después de cruzar la línea roja del chantaje a la Familia Real.

Y así podemos ir repasando días y nosotros podemos ir coleccionando momentos y situaciones protagonizadas por esta trama que incluyen el robo de los papeles de Bárcenas en el caso Gürtel, el robo del móvil de una persona próxima a Pablo Iglesias para poder fabricar pruebas falsas contra él y así desmontar un posible pacto PSOE-Podemos, el tráfico de material comprometido grabado al Rey emérito, el famoso "la Fiscalía te lo afina" o el incendio del no menos famoso rascacielos Windsor, aquel que estaba cerca de la Castellana de Madrid y que se quemó como una falla para hacer desaparecer papeles comprometedores.

¿Se imagina qué pasaría en España si en Catalunya hubiera sucedido todo eso? ¿Y se imagina qué habría pasado si el periodista colaborara en TV3? Pues un fin del mundo entre terribles llamas excretadas por dragones gigantes después de una indigestión de callos picantes sería una tarde en Port Aventura comparado con la Sodoma y la Gomorra que se organizaría.

Bien, pues ahora deje de imaginar y vuelva a la realidad porque todo eso que usted acaba de leer ha sucedido en España. ¿Y usted ha visto que haya pasado nada? ¿Ha leído que algún partido político, aparte del afectado, haya abierto boca sobre el tema? ¿Ha visto portadas en los medios de comunicación de papel o en los digitales del "régimen"? ¿Hablan de este tema en los programas matinales de las privadas? ¿El periodista en cuestión ha tenido que dar alguna explicación? Y mientras, ¿los periodistas que hace años que denuncian esta situación son entrevistados en los medios "oficiales" para que puedan explicar esta situación?

¡Noooor! Porque como ya dijo al famoso poeta: "¿pa qué, pa cagal·la"?.