"Las incertidumbres ligadas a la guerra de Ucrania frenarán el crecimiento esperado", afirma Pierre Gourinchas, nuevo economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI). El exprofesor de la Universidad de Berkeley previene que "el shock que producirá en la economía mundial afectará especialmente a Europa". No obstante, Gourinchas descarta que sea inevitable una recesión, pese a la opinión de muchos economistas: "Hay que tener en cuenta que se parte de una situación de recuperación de la economía después de la covid con cifras históricamente elevadas". En cualquier caso, la masacre en Bucha de civiles ucranianos ha hecho bascular la confrontación Moscú-Kyiv, como ya ocurrió en Bosnia, Sarajevo o Kosovo, que conmocionaron a la comunidad internacional.

La aplicación de la justicia internacional se produjo el jueves cuando Naciones Unidas expulsó a Rusia del Consejo de Derechos Humanos por la invasión de Ucrania y la conducta con que intervinieron en Bucha. De las mismas, las acciones en Wall Street se recuperaron de una caída inicial y la Unión Europea (UE) acordó prohibir las importaciones de carbón de Rusia como primera iniciativa dirigida a frenar sus ingresos energéticos. Y en ese paquete de sanciones se ha incluido la prohibición de circular sus camiones (excepto de productos alimenticios) y que los barcos rusos entren en aguas de la UE. Pero si eso es un paso simbólico importante para Europa, Vladímir Putin, después de no lograr apoderarse de la capital ucrania, Kyiv, se prepara para una dura pelea en el Donbás. Según el ministro de Exteriores, Dmytro Kouleba, "la batalla por el Donbás recordará a la Segunda Guerra Mundial, con millares de carros de combate, vehículos blindados, aviones y artillería". La paz así parece más lejana.

En ese ínterin, la divisa rusa se ha recuperado hasta cambiar 79,7 rublos por dólar frente a los 121,5 que debían entregar antes por un billete verde. El comercio de petróleo y gas natural (Europa trata de cortar el gas como sea) soporta el alza del rublo. Bloomberg Economics espera que Rusia gane alrededor de 320.000 millones de dólares de las exportaciones de este año, más de un tercio que lo que obtuvo en 2021.

"No hay duda de que las sanciones financieras y de otro tipo han debilitado la economía rusa", según Patrick Honohan, miembro del Instituto Peterson en Washington. Pero agrega que "no llegan a paralizarla mientras no interrumpan el flujo de ingresos de las exportaciones."  

Y es que, como decía Cicerón: "Nervus belli pecunia". O sea, "el dinero es el nervio de la guerra".