Cuando detuvieron a los Jordis y llegaron a prisión fue cuando conocí a Jordi Cuixart, cuando conocí a Òmnium Cultural. Desde aquel momento, Cuixart siempre me ha demostrado tener un corazón enorme, una fraternidad militante, ser una persona abierta, nada sectaria y convertirse, a pesar de las barreras físicas, en un amigo

Hoy, cuando anuncia que deja la presidencia de Òmnium, quiero darle públicamente las gracias. Por su coherencia, por su honestidad y por su valentía. Ha sido y será un referente en la lucha por la defensa de la libertad.