Los amantes del mundo del motor saben muy bien que Mercedes puede presumir de ser una de las marcas premium más exitosas a nivel mundial. De hecho, lo habitual es que los de la estrella de plata consigan ser la marca premium más vendida a nivel global cada año. Si bien es cierto que el pasado año fue BMW la que, aprovechando su mejor gestión respecto a la crisis de los microchips, acabó como la premium más vendida a nivel mundial, no sería de extrañar que este año Mercedes volviera a lo más alto.

 

Una marca, Mercedes, que puede presumir también de ser un fabricante que muchos consideran un escalón por encima respecto a sus rivales más directos en esta lucha: Audi y BMW. Buena parte del éxito de los de la estrella de plata pasa precisamente por ese carácter premium y en muchos casos casi de lujo. En este caso, ese carácter llega también fruto de la calidad de todos y cada uno de sus materiales, de la elegancia y la deportividad sus modelos así como, en la inmensa mayoría de casos, por los altos precios de sus modelos.

El problema de los componentes falsos afecta de manera notable a Mercedes

No es que sea ningún secreto que los que acuden a un concesionario de los de la estrella de plata lo hacen buscando chollos, si no que lo hacen dispuestos a pagar un alto precio por un modelo que cuenta con lo último en tecnología del mercado así como los componentes de mayor calidad.

En este aspecto Mercedes puede presumir de ser de las mejores, el problema en su caso es que los alemanes llevan luchando desde hace años contra un problema que va a más: la piratería. Cuentan desde el fabricante que se han encontrado en muchas ocasiones problemas en este sentido, hasta tal punto que han creado un departamento para intentar frenar el problema.

 

Las cifras son seguramente la mejor manera de entender hasta qué punto la preocupación del Mercedes es enorme: En 2021, la marca logró confiscar más de 1,7 millones de componentes falsos, lo que implica un seis por ciento más que el año anterior.

Lita Silje Janisch, la responsable del departamento encargado de luchar contra estas falsificaciones de componentes como pilotos, llantas de aleación, amortiguadores, filtros, spoiler, parrillas, faros o  pastillas de freno, ha apuntado recientemente que, evidentemente, “si las falsificaciones llegan a manos de los clientes, puede ser realmente peligroso, especialmente con piezas relevantes para la seguridad”, sobre todo en cuanto a componentes como las pastillas de freno o los amortiguadores. Un problema que está golpeando muy duro a la marca y que, evidentemente, saben que no tiene fácil solución.